Un nuevo análisis muestra que existen más de 500 especies animales al borde de la extinción, tantas como se perdieron a lo largo de todo el siglo anterior
Seguramente en la escuela estudiaste que la Tierra ha padecido cinco extinciones masivas de especies. La última fue hace 66 millones de años y terminó con la mayoría de los dinosaurios. ¿Te suena? Bien, pues hace unos días la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences publicó un análisis que demuestra que ya estamos metidos en la sexta extinción masiva. Y esta es distinta de las otras cinco porque está causada únicamente por los humanos.
A continuación te contamos 5 cosas que deberías saber sobre ello.
1. Los culpables somos los humanos
A diferencia de las otras cinco extinciones masivas, que fueron causadas por alteraciones geológicas o naturales, esta vez el impacto humano es el único causante. El estudio demuestra que la extinción de especies se ha acelerado en las últimas décadas.
Los científicos aseguran que el comercio de fauna salvaje, la contaminación, la destrucción de ecosistemas y la crisis climática son los principales culpables.
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En la investigación, Gerardo Ceballos, profesor de ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México y su equipo aseguran que en los últimos 100 años han desaparecido más de 400 especies de vertebrados. En una vida sin impacto humano, estas cifras de extinciones corresponden a un período de 10.000 años.
2. Más de 500 especies de vertebrados están en grave peligro de extinción
Los investigadores analizaron datos de 29.400 especies de vertebrados e identificaron 515 especies con menos de 1000 individuales (y la mitad de ellas, con menos de 250). Es decir, el 1,7% de las especies de vertebrados terrestres están en peligro de extinción. Los científicos explican que más del 90% de las especies por debajo de los 1000 ejemplares no sobreviven.
Además, los datos e información sobre especies salvajes son muy limitadas, y esta extinción puede ser mucho peor de lo que el estudio demuestra. Así lo afirman los mismos investigadores.
3. La extinción provoca más extinción
Cuando una especie desaparece, esta desaparición afecta a todo un ecosistema entero y provoca la extinción de más especies. Este fenómeno se llama efecto dominó. De hecho, más allá de las 500 especies identificadas con menos de 1000 ejemplares, también han encontrado 903 especies con menos de 5.000 individuales. Y el 84% de estas viven en las mismas zonas que las que no llegan a los 1000.
Ceballos explica que la mayoría de estas especies se encuentran en las regiones más impactadas por el hombre. Es decir, las zonas tropicales y subtropicales.
4. La humanidad depende de las otras especies
Los humanos dependemos de la biodiversidad de especies para nuestra salud y bienestar. Los ecosistemas protegen al medioambiente, y si son destruidos, el clima padece las consecuencias. Pero más allá de las emisiones y de la temperatura del planeta, la destrucción de ecosistemas también supone una amenaza directa para nuestra salud, afirman los científicos.
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De hecho, los investigadores del estudio aseguran que la Covid-19 es un ejemplo claro de las consecuencias del impacto humano en la naturaleza. «Creemos que el brote de coronavirus está relacionado con el comercio y consumo de vida salvaje». Además, la mayoría de especies en peligro de extinción forman parte del comercio de animales.
«La conservación de especies en peligro debería ser considerado una emergencia global para los gobiernos e instituciones, a la altura de la crisis climática con las que está muy relacionada» afirma el profesor de la Universidad de Stanford Paul Ehrlich, también partícipe del estudio.
5. ¿Es demasiado tarde para aturar esta extinción masiva?
El director científico de WWF, Mark Wright, dijo: “Los datos de este estudio son alarmantes pero aún hay esperanza. Si paramos la apropiación de tierras y la desforestación en países como Brasil, podemos frenar la curva de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático. Sin embargo, necesitamos que exista una ambición global”.
Ceballos también es optimista y afirma que con una fuerte implicación global las especies amenazadas podrían recuperarse en solamente 5 o 10 años. ¿Cómo? El coautor del estudio propone tres pasos que deberían llevarse a cabo inmediatamente: eliminar el comercio ilegal de fauna, adoptar medidas y leyes más estrictas en el comercio de animales y crear un cuerpo internacional para supervisar la protección de especies.
Además, Ceballos alerta que “lo que pase con los ecosistemas y la protección de las especies en los siguientes 10-15 años definirá el futuro de la biodiversidad, y evidentemente, el de la humanidad”.
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