Durante varias semanas Bangladesh estuvo sumida en una oleada de protestas lideradas por los jóvenes en contra del gobierno de la Primera Ministra Sheikh Hasina.
Esta mujer estaba en el poder desde 2009 y en los últimos años se había vuelto cada vez más autoritaria con su represión a las libertades civiles, el uso excesivo de las fuerzas de seguridad y la persecución a sus opositores.
Los estudiantes iniciaron unas protestas pacíficas a principios de julio en contra de las cuotas de empleo en el servicio público y también por los altos niveles de desempleo, que afecta principalmente a los jóvenes.
La situación fue escalando por las represiones con las que respondió el gobierno y esto terminó generando graves enfrentamientos que habrían dejado al menos 400 fallecidos y unas 10.000 personas arrestadas.
Hasina decidió bloquear Internet y estableció un toque de queda indefinido en todo el país. Además, se dedicó a culpar a la oposición por la violencia.
Su respuesta enfureció aún más a los manifestantes y las protestas se volvieron más intensas y terminaron obligando a la ministra de 76 años a dimitir y huir en un helicóptero hacia la India.
De esta forma, muchos aseguran que fue una “revolución” de la Generación Z la que terminó poniendo fin a un gobierno autoritario que llevaba unos 15 años en el poder.
Todo inició cuando el gobierno quiso poner unas cuotas que reservaba el 30% de los puestos oficiales para los familiares de los veteranos de la guerra que le dieron la independencia a Bangladesh de Pakistán en 1971.
De acuerdo con los medios, muchos de los familiares de la élite política tienen relación con esa generación de veteranos.
Esto haría que todas estas personas tuvieran muchos privilegios en materia de seguridad laboral y salarios más altos.
Lo cierto es que esto motivó las protestas que iniciaron el 1 de julio en la Universidad de Dhaka y que sin esperarlo empezaron a extenderse en el tiempo.
Los jóvenes de Bangladesh se sentían molestos porque estos beneficios se iban a implementar en medio de las altas cifras de desempleo que tiene el país.
Por ejemplo, de los 170 millones de habitantes que tiene el país se estima que más de 30 millones no tienen empleo ni estudian. Además, unos 18 millones de jóvenes se encontrarían desempleados.
Bangladesh venía teniendo un fuerte crecimiento de su economía pero la pandemia empezó a afectar y la situación se complicó con una alta inflación y una escasez de divisas.
Las protestas se incrementaron al mismo tiempo que el gobierno intentaba reprimirlas con el uso de la fuerza pública.
Pero el 15 de julio las cosas se empezaron a tornar cada vez más difíciles porque la violencia empezó a aumentar en medio de los choques contra el gobierno.
Los jóvenes denunciaron que la policía les disparaba frente a las universidades en la capital de Bangladesh.
En medio de esta situación, la Corte Suprema revocó las cuotas del gobierno y los bloqueos del Internet.
Esto no fue suficiente y el número de heridos, muertes y manifestantes detenidos empezaron a aumentar con el paso de los días. Además, los manifestantes incendiaron varios edificios públicos.
Los jóvenes de Bangladesh ya no querían solo revertir las medidas autoritarias sino derrocar al gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina.
La líder política había ganado las elecciones de enero para su cuarto mandato consecutivo en medio de denuncias de corrupción y represión contra la oposición.
Durante su gobierno, también se hicieron denuncias por la violación de derechos humanos; así como por el arresto arbitrario de periodistas, artistas y activistas.
Las protestas lideradas por el movimiento estudiantil se extendieron por más de un mes. Hasina sorprendió al renunciar cuando en el pasado resistió muchas protestas similares en Bangladesh.
Al conocerse la dimisión de la primera ministra, el jefe del ejército, el general Waker-uz-Zaman, dijo que los militares formarían un gobierno interno.
Sin embargo, los líderes de las protestas se opusieron. Fue así como le pidieron al premio Nobel Muhammad Yunus que lidere ese gobierno mientras se convocan a unas elecciones.
Además, el presidente, Mohammed Shahabuddin, disolvió el Parlamento para facilitar la conformación de un gobierno interino en Bangladesh.
Muhammad Yunus es considerado como «el banquero de los pobres» y ganó el Premio Nobel de la Paz por desarrollar el microcrédito a sectores desfavorecidos a los que nunca les prestaban dinero.
CNN logró confirmar que este hombre estaría dispuesto a aceptar este ofrecimiento y regresaría a Bangladesh para liderar este gobierno interino.
De esta forma, muchos consideran que la caída de este gobierno de Bangladesh se logró con la fuerte presión y una «revolución» de los jóvenes de la generación Z que asumieron el liderazgo político en las calles.
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