Los ataques de osos a personas en Japón se han incrementado drásticamente y el gobierno quiere incentivar la cacería para enfrentarlos.
Las autoridades japonesas incentivarán la cacería de osos debido al aumento de ataques que se vienen registrando en el país.
El gobierno ha reportado más de 167 casos de ataques en los que han muerto cinco personas en 17 prefecturas; la cual sería la mayor cifra desde que se tienen registros.
Lo preocupante es que en octubre los ataques aumentaron y los expertos creen que se debe a la época en la que estos animales buscan alimentos antes de invernar.
Shintaro Ito, ministro de Medio Ambiente, dijo que el gobierno asumirá todos los costos que se requieran para rastrear y cazar a los osos; especialmente en las regiones del norte (Hokkaido, Aomori, Iwate y Akita).
Algunas autoridades locales dijeron que ofrecerán unos 32 dólares por cada oso muerto. Sin embargo, esta propuesta generó el rechazo de varios sectores.
La prefectura de Akita fue la primera en anunciar este incentivo ya que en esta zona ya se han registrado 53 personas heridas por los ataques de estos mamíferos.
Los expertos advirtieron que el riesgo de estos ataques se extenderá hasta diciembre cuando empieza la temporada de invernación.
Además, se cree que la falta de nueces y bellotas ha llevado a los osos a buscar alimento por fuera de los bosques y montañas.
Esto probablemente generó que los encuentros con personas hayan aumentado con el riesgo de sufrir ataques por parte de esos mamíferos.
Uno de los casos se registró con un hombre de 72 años que encontró a un oso en una zona residencial de Toyama.
Este japonés sufrió graves arañazos y mordidas en su rostro y extremidades, pero el animal fue abatido en medio del ataque.
Este anuncio generó el rechazo en las organizaciones animalistas. El oso autóctono ‘Ursus thibetanus japonicus’ tiene una alta probabilidad de quedar en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat y la cacería.
En el país también habitan los osos pardos del Ussuri (‘Ursus arctos lasiotus’) pero sus poblaciones están concentradas en la isla de Hokkaido.