Iwao Hakamata estuvo más de cuatro décadas en la cárcel por un crimen que no cometió. Foto: AFP
Iwao Hakamata tiene 89 años y durante más de cuatro décadas estuvo en la cárcel por un crimen que no cometió.
Este exboxeador intentó demostrar su inocencia durante varios años, pero nunca le creyeron que no era responsable de la muerte de cuatro personas.
El japonés y sus abogados siempre insistieron que la policía había fabricado unas pruebas para incriminarlo y el tiempo le dio la razón 40 años después.
Fue así como se convirtió en el hombre con una condena a muerte con más años de cárcel en el mundo. Sin embargo, logró que lo dejaran en libertad en 2014 luego de que una prueba de ADN demostrara que la ropa que se utilizó para su condena la mancharon de sangre luego de los asesinatos.
Iwao Hakamata estuvo más de cuatro décadas en la cárcel por un crimen que no cometió. Foto: AFP
Un tribunal del Distrito de Shizuoka ordenó indemnizarlo con más de 217 millones de yenes (1.4 millones de dólares) por este error; luego de ser absuelto de todos los cargos en 2024.
“Sufrió una angustia mental y física extrema dado que permaneció durante unos 33 años detenido solo esperando su ejecución”, dijo el juez.
Aunque este japonés perdió gran parte de su vida en la cárcel y es claro que el tiempo no se recupera a pesar de que recibirá unos 85 dólares por cada día que perdió su libertad.
«Creo que el Estado (el gobierno) ha cometido un error que no se puede reparar con 200 millones de yenes», dijo Hideyo Ogawa, el abogado de este hombre, quien durante todo este tipo también sufrió daños irreversibles en su salud mental.
La historia de Iwao Hakamata le dio la vuelta al mundo y su caso se volvió un referente en Japón y una vergüenza para la justicia que mantuvo a este hombre encerrado desde 1966, a pesar de ser inocente.
Imagina que tu casa sabe lo que necesitas antes de que lo pidas. ¿Magia? No,…
Los recursos naturales que se encuentran bajo el hielo y su ubicación geoestrategia ha hecho…
Una investigadora aseguró que las personas han encontrado en los perros un consuelo y amor…