Hachiko es el nombre de un famoso perro japonés de raza Akita inu que esperó a su dueño por 9 años en la estación de Shibuya. Su historia nos enseña que el amor de un perro es muy grande e incondicional, incluso inspiró la película “Siempre a tu lado” (2009) y su versión original: Hachiko Monogatari, de 1987.
La fidelidad y nobleza de los perros han protagonizado muchas historias en la cultura pop.
Recordemos la escena de la temporada 5, episodio 2 de Futurama, donde el perro de Fry, llamado Seymour, lo espera con nostalgia afuera del restaurante “Panucci’s Pizza”, pero Fry nunca regresa. Así, pasan las estaciones y su amado dueño no aparece, hasta que el tiempo se encarga de curar su angustia con la muerte.
Es posible que esta escena de ficción la haya inspirado la historia de Hachiko, el perro más fiel del mundo, ¿quieres conocerla? Aquí te la contamos.
Hachikō, de raza Akita Inu, nació en una granja cerca de la ciudad de Ōdate, en la Prefectura de Akita. Su destino cambió cuando fue encontrado por Hidesaburō Ueno, un profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio.
Al principio, el profesor no quería adoptarlo debido a los recuerdos dolorosos de una perra anterior que había fallecido, pero su hija adolescente insistió en llevarlo a casa.
El viaje de Hachikō desde Akita hasta la estación de Shibuya fue un trayecto notable. En un viaje de dos días en un vagón de equipaje, los sirvientes del profesor pensaron inicialmente que el cachorro estaba muerto, pero al llegar a casa, revivió con un poco de leche.
El profesor notó que las patas delanteras del cachorro estaban ligeramente desviadas y decidió llamarlo Hachi, que significa «ocho» en japonés, debido a la similitud con el kanji para el número ocho.
A pesar de las reticencias iniciales del profesor, Hachikō pronto se ganó su corazón. La rutina diaria de acompañar al profesor a la estación y esperarlo tanto por la mañana como por la tarde se convirtió en una parte inseparable de sus vidas.
Esta conexión profunda entre Hachikō y su dueño no pasó desapercibida para los transeúntes y los dueños de los negocios cercanos a la estación, quienes observaban con cariño la lealtad del perro.
Sin embargo, el destino intervino trágicamente cuando el profesor Ueno sufrió una hemorragia cerebral mientras daba clases en la Universidad de Tokio y falleció el 21 de mayo de 1925. Esa tarde, Hachikō corrió a la estación como de costumbre, pero su dueño nunca regresó.
Desde ese día, Hachikō esperó pacientemente en la estación de Shibuya, convirtiéndose en una presencia familiar para aquellos que transitaban por el lugar.
Durante nueve años, Hachikō permaneció fiel a la memoria de su amo, recibiendo cuidado y alimentación de aquellos que lo habían conocido junto a Ueno. Su devoción inspiró a quienes lo rodeaban, quienes lo apodaron Chūken, el perro fiel. En 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya, y Hachikō estuvo presente en la inauguración.
Finalmente, el 8 de marzo de 1935, Hachikō fue encontrado sin vida frente a la estación de Shibuya, después de casi una década de espera infructuosa.
Su lealtad conmovió a muchos y su legado perdura hasta hoy. Cada 8 de marzo, se conmemora su historia en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya, y una estatua similar se erige en la estación de trenes de la ciudad de Ōdate, recordando la lealtad inquebrantable de Hachikō hacia su amo.
Ahora, ¿qué raza era Hachiko? Este era un Akita inu, un perro japonés grande y fuerte, con un pelaje grueso en colores como rojo leonado, sésamo, atigrado y blanco. Los machos pueden alcanzar entre 64 y 70 cm de altura y pesar hasta 50 kg, mientras que las hembras son un poco más pequeñas.
Son perros de carácter fuerte, leales a su familia y buenos guardianes, aunque requieren experiencia en su adiestramiento y socialización. Originarios de Japón, los Akitas fueron criados originalmente para la caza y son conocidos por su historia de lealtad, como la del famoso Hachikō, cuya estatua se encuentra en la estación de tren de Shibuya en Tokio.
En abril de 1934 se erigió una estatua de bronce de Hachikō en la estación de Shibuya, que fue reciclada durante la Segunda Guerra Mundial. En 1948 se hizo una nueva estatua por Takeshi Andō, aún presente y popular como punto de encuentro. La entrada cerca de la estatua se llama «Hachikō-guchi».
En 2019, la estatua fue intervenida con un pañuelo rojo y en 2021 se vistió con un traje típico peruano y se consideró prestarla para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
¿Sabías qué significa Hachiko en español? Este nombre proviene de «Hachi» que significa «ocho» en japonés, ya que nació octavo en su camada, y «kō» que significa «cariño» o «afecto», es posible también que le hayan puesto “Hachiko” porque sus patas delanteras adoptaban la forma del kanji del número ocho.
El mundo del cine también se ha inspirado con la historia de Hachiko, el perro más fiel de Japón. Este es el caso de la película “Hachiko Monogatari”, lanzada en 1987. Esta cinta trata sobre la lealtad de un perro Akita hacia su dueño, el profesor Ueno, esperándolo diariamente en una estación de tren incluso después de su muerte.
La película fue un éxito en taquilla en Japón y recibió críticas positivas, con una aprobación del 95% en Rotten Tomatoes y una puntuación de 8.1/10 en IMDb.
También tenemos la película estadounidense “Siempre a tu lado”, estrenada en 2009, el cual relata la historia de la relación entre el profesor Parker Wilson y Hachi, un Akita perdido en una estación de tren, mostrando su vínculo especial y la lealtad del perro incluso después de la muerte de Parker.
La cinta se estrenó en Japón en agosto de 2009 y en Estados Unidos en diciembre del mismo año, recibiendo críticas mixtas pero con elogios por las actuaciones.
Existe una historia Latinoamericana parecida a la del perro japonés Hachiko, ¿lo sabías? En los últimos meses, en redes sociales se hizo viral la película “Vaguito”, el Hachiko peruano de raza criolla que espera a su dueño en la orilla del mar aunque este ya haya fallecido.
La película “Vaguito2 narra la conmovedora historia real de un perro en Punta Negra, Lima, que espera a su dueño, un pescador fallecido, en la orilla del mar todos los días. Inspirado en la lealtad de Vaguito, el cineasta Alex Hidalgo lleva esta historia a la pantalla grande, destacando el vínculo especial entre humanos y animales.
Con las actuaciones de Fiorella Rodríguez, Julián Legaspi y Fernando Arze, y con el debut cinematográfico de Daniela Darcourt, la película conmueve a los espectadores al reflejar la fidelidad y el amor puro que un perro puede ofrecer.
Con el apoyo del adiestrador de animales Wilbert Flores, Vaguito fue preparado para interpretar su papel, demostrando una fidelidad inquebrantable hacia los seres humanos.
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