La recuperación de las poblaciones de lobos grises ha generado preocupación ante el aumento de ataques a rebaños y sus encuentros con personas en Europa
Los esfuerzos por conservar a los lobos grises en Europa permitieron salvarlos de la extinción pero ahora se convirtieron en un problema para los países.
Hace un siglo se consideraba que estos animales estaban casi extintos pero en la actualidad sus poblaciones no solo se recuperaron sino que han crecido exponencialmente.
Esto ha generado protestas, especialmente de los granjeros, ante los constantes ataques a los animales domésticos y el posible riesgo que pueden representar para las personas.
Se estima que en 2023 habían manadas de lobos en los 23 países de la Unión Europea y ya contarían con una población total de 20.300 animales.
Sin embargo, esto hizo que esta fuera una de las especies salvajes que más contactos tuvo con los humanos en los últimos años.
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El dilema de cazar lobos grises
Ante este nuevo escenario la Comisión Europea le pidió a los países modificar el estatus de conservación de los lobos de «estrictamente protegido» que se le dio en 1979 a solamente «protegido».
Este cambio permitiría reanudar la cacería de lobos pero bajo unas condiciones estrictas, algo que fue rechazado por las organizaciones animalistas.
Curiosamente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue víctima de los lobos. El año pasado estos animales se comieron a su pony Dolly en la granja que tiene su familia al norte de Alemania.
Desde entonces ella tiene a los lobos en la mira, pero dice que no se trata de una revancha personal sino de un problema que se puede salir de control.
«La concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha vuelto un peligro real, en especial para nuestros animales», dijo.
Desde que se propuso levantar las restricciones salieron varias voces de rechazo que piden pensar en otras estrategias.
Guillaume Chapron, investigador de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia dijo que «si debilitamos la protección, será posible cazar lobos sin justificación y esto abrirá la puerta a todo tipo de abusos».
«El rescate del lobo es una historia de éxito y no tenemos muchas historias de éxito en la conservación», dijo.
Francia es uno de los países más afectados
Los lobos grises habían desaparecido en Francia para el año 1939, pero comenzaron a volver en los años 1990.
Desde entonces la población de estos animales aumentó drásticamente hasta el punto de que el número de ataques también tuvo un incremento.
Se estima que este país tenía una población que superaba los 1.000 lobos en 2023 pero los granjeros los han estado matando para proteger sus rebaños.
Luigi Boitani, profesor de zoología en la Universidad de Roma, dijo que eliminar a los lobos «es realmente un sueño» que no resolverá el problema.
De acuerdo con el experto, las autoridades se deberían enfocar en la prevención de ataques con medidas como cercas eléctricas y perros de vigilancia.
Boitani señaló que otros animales como los jabalíes silvestres, venados y aves pueden más daños que los lobos en términos de los costos.
Por ejemplo, la compensación por los daños de los lobos llegó a los 4.3 millones de dólares en 2022. Sin embargo, esta es una cifra mucho menor comparado con los 70.8 millones de dólares que los jabalíes y venados causan con sus daños.
Una tradición y una criatura mitológica
La cacería de lobos fue promovida en el siglo IX cuando el emperador germánico Carlomagno, llamado el Padre de Europa, desarrolló la «louveterie».
Este era un grupo especial de cazadores encargados de erradicar animales dañinos para proteger a la gente y el ganado.
Este tipo de institución aún existe en Francia y está conformada por voluntarios.
Por otro lado, la historia del lobo también ha estado presente en la mitología y los cuentos infantiles, que los retratan como criaturas peligrosas.
Nicolas Lescureux, científico de las relaciones entre humanos y animales del centro de investigación científico francés CNRS dijo que la historia del lobo y los humanos ha estado muy ligada.
«La relación cercana entre humanos y lobos data de mucho tiempo atrás, desde que nuestros actuales perros descendieron de una población de lobos. Esta es la forma más antigua de domesticación de animales», dijo.
De acuerdo con el experto, esta relación se complicó cuando los humanos empezaron a domesticar animales como las ovejas, cabras, vacas y cerdos hace unos 10.000 años.
Todo se dio porque el lobo es un cazador innato y aprovecha cualquier oportunidad para alimentarse y sus ataques a los rebaños empezó a generar un estigma en los granjeros.
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