Repetir una y otra vez que el mundo se va acabar no es una buena idea ni ayuda a nadie
«¡El fin del mundo está cerca!», «nada más nos queda una década», «ya no hay futuro para la humanidad»… Estas son algunas de las frases a las que nos enfrentamos a diario, pero repetirlas siempre no está ayudando mucho a la crisis climática actual.
Si eres una de esas personas, sabemos que tienes razón. No podemos cerrar los ojos al hecho que desde la revolución industrial, la humanidad aumentó la temperatura del planeta en casi 1.1º C. Si llegamos a 2º C, lo cual es bastante probable, más de 200 millones de personas correrían el riesgo de ser desplazadas por aumentos en el nivel del mar e inundaciones, entre otros hechos inevitables.
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La situación no pinta nada bien. ¿Pero qué estamos haciendo si constantemente reproducimos el discurso tipo “juicio final”? ¿Qué mensaje le estamos dando a las generaciones más jóvenes?
Hannah Ritchie, una investigadora de la Universidad de Oxford, advierte que ese pesimismo constante es problemático, principalmente para la salud mental de los niños.
Many young people feel they are doomed. I think it’s totally understandable that they feel this way. I did.
But rather than reinforcing this message, adults need to step up and change the narrative. They need to hear that we will not let this happen.
— Hannah Ritchie (@_HannahRitchie) November 1, 2021
¿Cómo afectan los discursos del fin del mundo a las nuevas generaciones?
Ciertamente, con los discursos del fin del mundo los jóvenes se están desesperando. La mayoría asegura que no tienen futuro.
Incluso hay un nuevo término para este miedo: eco-ansiedad. En vez de inspirar a la acción para salvarnos, los mensajes pesimistas le dicen a las nuevas generaciones que ya es demasiado tarde. Como si no hubiera nada que pudiéramos hacer más que esperar el fin.
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Por otro lado, hablar constantemente de escenarios apocalípticos también crea un escenario idóneo para los negacionistas de la crisis climática. Mientras el mundo no se acabe, ellos pueden continuar diciendo que los científicos mienten.
Si eres una persona pesimista sobre el futuro de la humanidad, te entendemos, de verdad, es difícil no serlo. Pero tener un poco de esperanza puede ayudar mucho.
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