Según los datos publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio se mantiene en España como la principal causa de muerte no natural en España, produciendo 2,7 veces las pro-vocadas por accidentes de tráfico
El 2020 se convierte en el año con más suicidios en España desde 1906, cuando empezaron a realizarse estas estadísticas.
En un país donde todavía no existe un plan o estrategia estatal para la prevención de esta “epidemia” invisible, hoy saltan las alarmas con el informe anual del Observatorio de Suicidios en España, de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio.
El año pasado, un total de 3.941 personas decidieron acabar con sus vidas. De acuerdo con estas cifras oficiales, hubo una media de casi 11 suicidios diarios. Un 74% de quienes decidieron poner fin a su vida eran hombres (2.930) y un 26%, mujeres (1.011).
El número de muertes por suicidio en España creció en 2020 un 7,4% respecto al año anterior. Un incremento que dobla el que se registró en el año 2019 respecto a 2018.
Por edad, el mayor número de fallecimientos se produjo en la franja de los 50 a los 54 años, seguida por la franja de 55 a 59 y de 30 a 39 años.
El mayor número de defunciones se produjo en pueblos pequeños, de hasta 10.000 habitantes, y en las capitales, con 903 y 1.213, respectivamente.
Es la primera vez que se registran más de mil suicidios en mujeres. En cuanto a los menores, también es alarmante la cifra de víctimas. Se han registrado 14 muertes de jóvenes de menos de 15 años (7 niños y 7 niñas), una cifra que duplica la de 2019. Además, el suicidio en personas mayores de 80 años ha aumentado un 20%.
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El silencio de las autoridades
¿Cómo es posible que un problema de tal magnitud no sea afrontado por las autoridades?. Los datos no piden otra cosa que implicación y solución. El silencio no es una solución.
Con la pandemia, ha resurgido la importancia de la salud mental y la cantidad de personas que la afrontan. Una situación, además, que afecta a toda la población por igual, con independencia de sexo, edad, situación económica, religión…
El suicidio es la principal causa de muerte no natural en España, produciendo 2,7 veces las pro-vocadas por accidentes de tráfico, 13,6 veces más que los homicidios y casi 90 veces más que la violencia de género. Además, con 300 muertes autoinfligidas, el suicidio es la segunda causa de muerte entre la juventud de 15 a 29 años.
La entidad que gestiona el organismo que ha lanzado este informe, la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, esperaban una disminución muy significativa para 2020, al igual que la disminución generalitzada de muertes externes a raíz del confinamiento.
Pero la situación ha sido totalmente contraria, aunque muchos de los suicidios son motivados por la soledad y durante el confinamiento muchos estaban acompañados en casa, en la realidad no ha sido así. Las situaciones extremas que han tenido que afrontar muchas personas, que se han quedado sin trabajo, sin hogar, o que han perdido una persona cercana, han aumentado los efectos.
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Un problema mundial
El suicidio es el mayor problema de salud pública en Europa, con una tasa de prevalencia de 11.93 por 100.000. A nivel mundial, cada año se suicidan casi un millón de personas, 700.000 según la OMS. Por cada persona adulta que decide quitarse la vida, posiblemente más de otras 20 lo han intentado, y cada suicidio afecta íntimamente al menos a otras seis personas.
Otros estudios explican que la idea de poner fin a su propia vida podría afectar a lo largo de su existencia a un elevado número de personas, entre el 5% y el 10% de la población en el caso de España. Eso significa que en un año podrían producirse unos 80.000 intentos de suicidio en nuestro país, y que al menos dos millones de personas sopesan alguna vez esta idea.
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