Unas empresas de China exigían pruebas de embarazo para contratar personal. Foto: Freepik
Unas compañías de China fueron denunciadas luego de que se descubriera que estaban exigiendo pruebas de embarazo a las mujeres que buscaban empleo.
Los fiscales chinos acusaron a al menos 16 empresas por cometer este tipo de prácticas infringiendo las leyes que prohíben hacer este tipo de exámenes.
Este tipo de medidas representa una clara discriminación contra las mujeres ya que estas empresas no quieren asumir los costos de la licencia de maternidad.
De esta forma, han recurrido a los exámenes de embarazo para asegurarse que las mujeres que van a contratar no estén en gestación.
Fue así como los fiscales del del distrito de Tongzhou en Nantong (Jiangsu) descubrieron esta prácticas ilegales.
La investigación evidenció que estas compañías violaron el derecho de las mujeres a tener una igualdad de oportunidad laborales ya que las rechazaban por el hecho de estar embarazadas.
Además, las reglas para contratarlas no eran claras y no les informaban nada sobre este tipo de pruebas solo hasta el momento en que iban a entrevistarlas.
Los fiscales también descubrieron que dos hospitales y un centro médico habían realizado al menos 168 pruebas de embarazo a nombre de estas compañías.
Esto permitió descubrir que a una mujer no le dieron el trabajo porque iba a tener un bebé en unos meses.
Luego de la investigación y la denuncia, la compañía decidió contratarla y le ofreció una indemnización por haber excluido y rechazado por su estado de gestación.
“Podemos especular a partir de esta evidencia que las pruebas de embarazo fueron requeridas por estas empresas y que vulneraron los derechos de las mujeres a la igualdad de oportunidades laborales”, dijeron los fiscales.
Este tipo de casos ha generado preocupación porque muchas compañías también estarían evitando contratar mujeres en edad fértil.
Incluso, se ha conocido que durante las entrevistas de trabajo se les pregunta sobre su planificación familiar o si tienen pensado tener hijos.
Las leyes de china prohíben discriminar a las empleadas embarazadas y mucho menos realizarles pruebas de embarazo.
De esta forma, las empresas que incurran en estas prácticas podrían recibir multas de hasta 50.000 yuanes (unos 6.900 dólares) por discriminación de género.
Al mismo tiempo que ocurren este tipo de casos, las autoridades chinas han mostrado su preocupación por las bajas cifras de natalidad que se vienen registrando desde hace unos años.
De hecho, el número de nacimientos en 2023 fue el más bajo desde que se fundó la República Popular de China en 1949.
Esto ha provocado toda una crisis demográfica que podría afectar a la segunda economía más grande del mundo. Precisamente, China dejó de ser el país más poblado del mundo en 2022 al ser superado por India.
Ante este escenario, el gobierno lanzó varios programas y beneficios para incentivar a la población a tener hijos. Los expertos dicen que en el futuro podrían enfrentar una grave escasez de trabajadores jóvenes debido a que la población china se está envejeciendo cada vez más.
De esta forma, levantó las políticas restrictivas que durante décadas solo les dejaba tener un hijo por cada pareja. En 2015 permitió tener dos hijos y en 2021 la cifra se elevó a tres por cada hogar.
Lo cierto es que este tipo de incentivos no ha funcionado porque China es uno de los países más caros del mundo para tener un hijo. Y la discriminación hacia las mujeres impactó la tasa de fertilidad del país debido a que cada vez menos ellas y los jóvenes quieren tener bebés.
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