“No solo me manosearon anoche, sino que hubo otras personas que apoyaron este comportamiento que me hizo sentir aislada”, escribió la usuaria afectada.
Meta, la compañía de Mark Zuckerberg que engloba Facebook y otras redes sociales, anunció hace unos días la apertura de ‘Horizon Worlds’, la esperada plataforma de realidad virtual. El denominado metaverso se encuentra desde entonces en una fase beta disponible en Estados Unidos y Canadá. Hasta 20 personas pueden encontrarse en un mundo diseñado por ellos mismos. encuentran. Allí se puede charlar, jugar o simplemente pasar el rato.
A pesar de que los primeros usuarios describen la plataforma como una herramienta divertida (se ha comparado con la experiencia que ofrece el videojuego ‘Minecraft’), también ha salido a la luz un episodio alarmante. Según explican desde la propia empresa Meta, el 26 de noviembre, una de las «beta tester» informó de que un extraño la había manoseado dentro de ‘Horizon Worlds’.
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¿Qué hará Meta para evitarlo?
Vivek Sharma, el vicepresidente de Horizon, calificó el incidente de acoso sexual virtual como «absolutamente desafortunado». Y advierte en el medio The Verge que lo tendrán en cuenta: «Este es un buen comentario para nosotros porque nos hace ver que la función de bloqueo no es tan fácil de encontrar como nos gustaría».
Sharma se refiere a una herramienta disponible en el metaverso denominada ‘Safe Zone’: una burbuja protectora que los usuarios pueden activar cuando se sienten amenazados. Dentro de ella, nadie puede tocarte, habla contigo o interactuar de ninguna manera hasta que indiques que quieres salir de esa zona segura.
En este caso, la usuaria denunciante de haber sido tocada de forma no consentida por otro no activó este protocolo porque lo desconocía. “No solo me manosearon anoche, sino que hubo otras personas que apoyaron este comportamiento que me hizo sentir aislada en la Plaza”, escribió. Además apuntó que «el acoso sexual en Internet no es una broma».
Tal y como ella misma describe, el episodio pone en evidencia que cualquier espacio físico o virtual es susceptible de reproducir la violencia contra las mujeres. Solo poniendo medidas que prevengan el acoso y penalizándose en caso de que ocurran, las plataformas podrán considerarse seguras y justas.