En los últimos días, en Perú se han desarrollado cientos de movilizaciones en todo el territorio nacional, principalmente en su capital, Lima. Un estallido social que continúa pese a que el gobierno de Pedro Castillo se ha mostrado represivo y prohibicionista.
En la noche del lunes 4 de abril, el gobierno peruano decretó en Lima toque de queda durante un mensaje televisado. Una medida que sorprendió profundamente teniendo en cuenta que la capital del Perú tiene más de 10 millones de habitantes.
(Según BBC, al menos el 80% de los trabajadores informales en Perú no tienen un sistema de protección social adecuado, por lo que su trabajo diario es fundamental para sobrevivir).
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Sin embargo, los manifestantes siguieron adelante con la protesta. Ignoraron el toque de queda y al presidente no le quedó más remedio que retroceder y eliminar la medida. Miles de peruanos se congregaron en el centro de la ciudad para exigir la renuncia del presidente.
«El Perú no está pasando por un buen momento», dijo Castillo después de levantar el toque de queda. «Estamos trasladándonos al despacho para rubricar y dejar sin efecto esta medida de inamovilidad».
Entre tanto, la actitud represiva de la policía continúa y durante los enfrentamientos, cinco personas han perdido la vida (entre ellas un menor de edad), y más de 100 han resultado heridas.
Son varios los componentes sociales que desataron el estallido social por el que atraviesa Perú en los últimos días. Sin embargo, son tres los puntos claves que hay que tener en cuenta para entender el por qué de las movilizaciones.
El primer punto es el alza de los precios del combustible, los alimentos y el costo de vida en general. Los precios del consumidor subieron en 1,48% en marzo, lo que se traduce en la variación mensual más alta en los últimos 25 años del país.
Los alimentos, la educación y el transporte también subieron considerablemente en comparación al salario mínimo, es decir, el aumento salarial no corresponde al aumento del costo de vida.
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Sin embargo, el detonante fue sin duda el precio del combustible que ocasionó un paro de transportistas indefinido el 28 de marzo.
«Comunicamos a la población el inicio de nuestra huelga a partir del 28 de marzo, porque lo que seguimos cobrando por el flete de las cargas ya no nos alcanza para seguir operando», dijo en su momento Héctor Velásquez presidente del Gremio Nacional de Transportistas y Conductores.
Con el pasar de los días, varios gremios se sumaron a las movilizaciones y bloquearon las principales vías del país como símbolo de protesta.
Luego de parar por completo el servicio público de transporte, el gremio de transportistas logró que el gobierno en Perú eliminara el impuesto selectivo del combustible hasta junio. A la sazón, el congreso aprobó el aumento del salario mínimo en un 10%, sin embargo, esta suma sigue sin ser beneficiosa para los trabajadores.
Las manifestaciones en Perú continúan…
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