La acumulación de basura electrónica en el mundo está creciendo cinco veces más rápido que el reciclaje que se realiza de estos residuos por lo que se está convirtiendo en un grave problema para el planeta.
El informe de Monitoreo Global de Residuos Electrónicos presentado por la ONU evidenció que en 2022 se llegó a una cifra récord de 62 millones de toneladas de basura electrónica.
Esto representa un incremento del 82% más de las cifras que se habían obtenido en 2010.
El tamaño de esta basura llenarían 1.6 millones de camiones, los cuales podrían formar una línea completa sobre la línea ecuatorial.
Lo preocupante es que de todos estos residuos solo se recuperaron y reciclaron un 22.3 %. Los análisis permitieron establecer que se perdieron recursos naturales aprovechables como metales por 62.000 millones de dólares.
El constante avance de la tecnología y la obsolescencia programa de muchos dispositivos ha provocado que la acumulación de residuos electrónicos esté aumentando en 2.6 millones de toneladas cada año.
De seguir a este ritmo, los expertos estiman para que el 2030 se llegaría a tener 82 millones de toneladas de basura electrónica registrando un incremento del 33% frente al 2022.
El informe de la ONU resalta que cada producto desechado con un enchufe o una pila son un peligro para la salud y el medioambiente.
Estos dispositivos contienen aditivos tóxicos o sustancias peligrosas como el mercurio; las cuales pueden dañar el cerebro humano y el sistema de coordinación.
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La ONU considera que podría darse una caída de la tasa de reciclaje al 20 % en 2030. Los análisis dicen que esto se daría porque la capacidad de aprovechamiento no daría abasto con el aumento en la generación de residuos electrónicos en todo el mundo.
Todo esto se dará debido al aumento del consumo, las pocas opciones de reparar los dispositivos electrónicos ante ciclos de vida más cortos.
Además, el mundo sigue siendo dependiente de unos pocos países que tienen el suministro de materias primas como las llamadas tierras raras a pesar de sus propiedades únicas. Estos recursos son decisivas para las tecnologías del futuro como las de energías renovables y de la electromovilidad.
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