¿Imaginas un lugar donde las redes sociales no existan? Pues así es la vida en Turkmenistán, un país ubicado en Asia Central en donde el estado tiene casi todo el control de Internet.
«Sabemos de la existencia de Facebook, Instagram y YouTube, pero no tenemos acceso. Aquí todo está bloqueado», contó Byashim Ishanguliyev, un vendedor de frutas en Turkmenistán. «Algunas personas consiguen conectarse a una VPN, pero es temporal (porque) también se bloqueará».
De acuerdo con el testimonio de este vendedor, cuando alguien logra descargar algún video (luchando con el lento Internet), se reúnen en grupo para poder verlo.
«Internet es lento, así que si alguien consigue descargar un vídeo, un clip o una película interesante, lo vemos todos juntos con los amigos», explicó.
Aunque el país no maneja ninguna de las populares redes sociales, para el presidente, Serdar Berdymukhamedov, estas medidas son insuficientes.
El mandatario anunció a mediados de enero su intención de «reforzar la ciberseguridad del país», siguiendo los pasos de las restricciones impuestas por sus predecesores: su padre Gurbanguly Berdymukhamedov y el difunto Saparmurat Niazov.
Debido a que los principales servicios de mensajería están prohibidos, no hay WhatsApp, Viber, Signal o Telegram, el gobierno creó una aplicación bajo su control: Bizbarde.
Para los videos, las autoridades lanzaron Belet Video, una especie de alternativa a YouTube depurada de todo contenido susceptible de revelar el mundo exterior a los turcomanos, ya sean noticias o entretenimiento.
«No hay panorama mediático», contó Ruslan Miatiev, un redactor del sitio informativo Turkmennews, para AFP. Los turcomanos solo ven «propaganda para promover el culto a la personalidad de los Berdymujamedov».
Los medios turcomanos son todos estatales y solo difunden información oficial, con especial énfasis en las letanías de agradecimientos y alabanzas a las autoridades del país.
En el pasado se tuvo acceso a canales extranjeros por satélite, pero ahora ya no se puede: «Empleados de la alcaldía vinieron a mi casa y me dijeron que quitara la antena porque estropeaba la arquitectura de la ciudad», recordó.
Algunas redes occidentales como France 24, BBC y Euronews están autorizadas, pero su público es escaso en un país donde el inglés se habla poco.
Todos los días, los turcomanos ven programas en que Berdymukhamedov reprende a sus ministros, planta árboles en el desierto o recibe aplausos entusiastas.
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