La comunidad LGTBIQ+ cada vez tiene más importancia socialmente. Hace unos años el pertenecer a este grupo podía ser motivo de total rechazo y quienes eran parte de él lo ocultaban.
Con el tiempo, se ha ido aceptando con total normalidad, como siempre debió haber sido. Y aunque aún hay un camino inmenso por recorrer, porque hay países que siguen sin aceptar esto, se ha hecho un gran avance y los derechos de la comunidad son más respetados.
Sin embargo, estamos seguros de que no todos conocen qué significan todas las letras del nombre. En esta ocasión te queremos hablar de la Q, que hace referencia a ser queer.
En el inicio de la historia, la palabra ‘queer’ significaba algo fuera de lo común o inusual. Posteriormente, con el tiempo, fue adoptada como un insulto homófobo, durante parte del siglo XX y antes de que las personas de la comunidad LGBT se apropiaran del término.
En ese momento, los activistas LGBTQ que se identificaban como queer empezaron a mostrar lo orgullosos que estaban de ser diferentes.
Grupos de activistas LGBTQ como Queer Nation coreaban: «¡Estamos aquí! ¡Somos queer! ¡Acostúmbrate!», como un llamado de unión a la acción para todas las personas.
En la actualidad, queer es un concepto que suelen preferir algunas personas de la comunidad, debido a su naturaleza fluida; no obstante, aún hay quienes lo rechazan por cómo se usó en el pasado.
Muchos de los que emplean el término queer, su identidad no es fija, sino que suele evolucionar. Queer puede referirse tanto la sexualidad como la identidad de género a lo largo de la vida de una persona.
«Queerness es turbio por definición: esencialmente, lo que no es la norma», dijo Maya Satya Reddy, fundadora del Queer Asian Social Club. «Creo que el queerness me dio y me sigue dando mucho espacio para fluir entre identidades o entre lo que algo significa para mí ese día».
Queer es utilizado para describir la sexualidad, identidad de género o las dos. Suelen usarlo quienes consideran que términos como ‘gay’ o ‘bisexual’ son muy restrictivos o estrechos; asimismo, como algunas personas cuyas identidades son fluidas y cambiantes.
«(Queer) incluye todas las identidades y experiencias vividas que se incluyen en el acrónimo LGBTQ: personas que podrían identificarse como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales», afirmó Samuel Allen, profesor clínico adjunto de la Universidad Northwestern y terapeuta del Instituto de la Familia para CNN.
Las personas no binarias, aquellas cuya identidad de género no encaja en las categorías de hombre o mujer, o que no se identifican con ningún género, también podrían identificarse como queer, afirma Allen.
A principios del siglo XVI, la palabra queer se utilizaba sin ninguna intención de hacer daño. Para ese momento, solo hacía referencia a algo peculiar, extraño o fuera de lugar.
Fue hasta finales del siglo XIX que se empezó a usar como un insulto homofóbico. En 1894, en una carta privada, el noble británico John Douglas se burló de los hombres atraídos por otros hombres, llamándolos «queers snobs», según los Archivos Nacionales del Reino Unido.
El dramaturgo irlandés Oscar Wilde, con quien uno de sus hijos mantenía una relación, demandó a Douglas por difamación; sin embargo, cuando la carta se hizo pública, se presentaron cargos por indecencia grave contra Wilde (los actos homosexuales eran ilegales en el Reino Unido).
Es por eso que Wilde fue condenado a dos años de trabajos forzados, lo que destruyó su reputación de escritor célebre y mermó sus ahorros.
«Cuando la palabra aparecía, solía conllevar el mismo nivel de odio que el uso original de Douglas, unido a la misma determinación de destruir las vidas de los ‘queers'», contó Gregory Coles, académico de la lengua que ha estudiado la historia de los insultos. «La mayoría de las veces, la palabra se asociaba a la violencia física».
En 1990, un grupo de personas pertenecientes a la ACT UP (organización destinada a poner fin a la crisis de sida) presentó una iniciativa llamada Queer Nation, la cual buscaba acabar con la discriminación de todas las personas LGBTQ.
Los primeros manifestantes, o al menos los que más empezaron a notarse, rehabilitaron la palabra y la convirtieron, no solo en un término de identificación, sino en que fue un elemento que unió a las personas LGBTQ.
En un folleto que se distribuyó en el Desfile del Orgullo de Nueva York en 1990, Queer Nation explicó su decisión de llamar «queer» a las personas LGBTQ.
Queer Nation escribió: «Utilizar ‘queer’ es una forma de recordarnos cómo nos percibe el resto del mundo… Sí, queer puede ser una palabra dura, pero también es un arma astuta e irónica que podemos robar de las manos del homófobo y utilizar en su contra».
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