En una encuesta escolar se preguntó si los estudiantes queer debían usar el baño de las «personas normales»

Los derechos de las personas LGBTQ+ han avanzado a pasos inimaginables en años recientes. Sin embargo, es innegable que aún existen prejuicios, estigmas y mucho rechazo hacia las personas queer.

Un ejemplo claro de ello fue lo que sucedió en el colegio Anna-Jonesboro de Illinois donde un grupo de estudiantes entregó al resto del plantel educativo una encuesta en la que interrogó si las personas identificadas como queer deberían usar los mismos baños de las «personas normales».

Bajo el nombre de ‘Asociación Anti-Queer’, los miembros de este grupo pidieron a los estudiantes que respondieran de forma anónima e inteligente las preguntas de la encuesta.

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“(Sí) quiero que los queer vayan al baño” o “(no) no quiero que los queer niños vayan al baño con nosotros, las personas normales”. 

Pregunta principal de la encuesta

¿Tolerancia cero?

En respuesta a lo ocurrido el superintendente de la escuela, Rob Wright, alertó que aunque descubrieron la encuesta pasados algunos días, no llegó a difundirse ampliamente en el instituto. Además, lamentó que un incidente como este haya ocurrido en las instalaciones de este colegio que cuenta con protocolos de tolerancia cero ante la discriminación de jóvenes LGBTQ+.

Otro ejemplo de violencia a personas LGBTQ+ en el instituto en el estado de Georgia , Estados Unidos:

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Cifras de violencia

Aunque muchas de estas conductas intolerantes pasen desapercibidas, suceden todo el tiempo. De acuerdo a una investigación realizada por GLSEN, 99% de los estudiantes LGBTQ+ entre 13 y 21 años informaron haber escuchado comentarios despectivos sobre su sexualidad o identidad de género.

Otro estudio realizado este año por The Trevor Project a más de 34 mil jóvenes LGBTQ encontró que el 29% de los estudiantes de secundaria, que fueron intimidados, intentaron quitarse la vida el año anterior por motivos relacionados a su orientación sexual.

Una ‘simple’ encuesta como esta, puede parecer inofensiva, pero sus consecuencias van más allá de nuestro alcance. Sobre todo cuando el punto de partida es “la normalidad” de los seres humanos.

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