Vivir sin gravedad: ¿sueño o pesadilla?

¡La gravedad desapareció! ¿Y ahora qué?

Vivir sin gravedad sería catastrófico. En primer lugar, no habría nada que te mantuviera pegado al suelo y terminarías flotando por todo tu vecindario.

Lo mismo ocurriría con cada persona en el mundo, los animales, los insectos, los autos y cualquier otra cosa que tenga materia solida. Además, los efectos en nuestro cuerpo no tardarían en aparecer, ya que parte importante de vivir sin gravedad es que no estamos preparados para hacerlo.

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Por ejemplo, nuestros músculos se atrofiarían, mientras que los huesos se volverían más largos. Sin gravedad, seríamos entre 2 y 5 centímetros más altos, pero nuestra masa muscular sería tan débil que no podríamos levantar ni una pequeña roca.

Perder la Luna y otros problemas de vivir sin gravedad

Los efectos de vivir sin gravedad no solo aparecerían en nuestros cuerpos, sino que la Tierra tal y como la conocemos dejaría de existir. La Luna, el único satélite natural del planeta, se mantiene orbitando el planeta gracias a la gravedad. Si esta no existiese, la Luna saldría de la órbita terrestre y se perdería en el Sistema Solar.

Sin la Luna, las corrientes marinas y oceánicas estarían fueran de control, ocasionado la pérdida de ecosistemas enteros. Después de unos pocos días de vivir sin gravedad, la mayoría de las especies de la Tierra habrían desaparecido o estarían en grave peligro.

Incluso las aves, que siempre se destacaron por su capacidad de volar, no podrían sobrevivir a los efectos de habitar un planeta sin gravedad. Debido a que incluso las aves más fuertes y resistentes, necesitan aterrizar para descansar, reproducirse y hacer sus nidos.

Por lo tanto, cada parte del equilibrio terrestre se vería afectado si la gravedad dejase de existir.

¿Es posible que esto ocurra?

Hasta ahora, no hay un lugar en el planeta sin gravedad. De hecho, las leyes de la física indican que es imposible que el universo pueda seguir existiendo sin gravedad.

Sin una fuerza gravitatoria que mantenga todo en un mismo sitio, la propia Tierra se rompería en pedazos y se alejaría en el espacio. Si no hubiera gravedad en ninguna parte del Universo, lo mismo le ocurriría al Sol, a las estrellas, los planetas y los agujeros negros.

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Todo el cosmos se convertiría en una sopa flotante de átomos y moléculas. Sería, nunca mejor dicho, el fin del mundo.

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