Unos investigadores lograron descubrir por primera vez una cueva en la Luna utilizando una sonda lunar lanzada por la NASA al espacio.
Los análisis de los científicos permitieron establecer que hay un conducto subterráneo que sería accesible ya que tendría 130 metros de profundidad y 45 metros de ancho.
Desde hace varias décadas los astrónomos creían que los cientos de cráteres que hay en la Luna podrían esconder unos túneles de lava inactivos que habrían formado unas cuevas subterráneas.
Todo se había quedado en una simple hipótesis hasta ahora, luego de que se confirmara que existe una cueva subterránea en la denominada fosa del Mar de la tranquilidad.
Un equipo internacional de científicos analizó unos datos recopilados por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) hace unos décadas.
Fue así como utilizaron técnicas modernas y se llevaron una sorpresa al comprobar la existencia de una cueva.
«Se ha teorizado sobre estas cuevas durante más de 50 años, pero es la primera vez que hemos demostrado su existencia», explica Lorenzo Bruzzone, profesor de la Universidad de Trento y coordinador de la investigación.
El hallazgo se dio revisando los datos geológicos y realizando un modelado a partir de la información obtenida por la NASA en 2010.
Este descubrimiento podría abrir la puerta para hacer más investigaciones de los cráteres y en el futuro establecer bases para los astronautas que viajarán a la Luna.
Se trata de un «mundo subterráneo por descubrir» del que podría salir una gran opción para establecer una presencia humana a largo plazo en nuestro satélite natural.
De hecho, la comunidad científica se enfrenta a un reto y es el de proteger a los astronautas de la radiación, las temperaturas extremas y el clima espacial.
De esta forma, este tipo de cuevas serían una gran opción; pero la que se descubrió obligaría al astronauta a hacer rápel y usar mochilas propulsoras para salir de allí.
Esta cueva fue localizada en el Mar de la Tranquilidad, el lugar en donde los humanos pisaron por primera vez la Luna en 1969.
«Este descubrimiento sugiere que es un sitio prometedor para una base lunar, ya que ofrece refugio del duro entorno de la superficie y podría respaldar la exploración humana a largo plazo de la Luna», dijeron los investigadores.
Sin embargo, la falta de hielo en esta zona podría representar un obstáculo.
Los estudios evidenciaron que existe agua congelada en las zonas cercanas a los polos y por eso las misiones se están enfocando en estos lugares.
Es así como la búsqueda de cuevas cerca de los polos también sería una opción que tendrá que empezar a investigarse en los próximos años.
«La ingeniería requerida para construir una base en la superficie lunar podría ser más compleja que aprovechar la estructura de una cueva natural y por eso es una gran opción», dijeron los investigadores a NatGeo España.
De acuerdo con los expertos, estas cuevas ya cuentan con una estructura definida y solo se tendría que evaluar su estabilidad.
Este descubrimiento podría cambiar por completo las misiones lunares en el futuro. Estos túneles y posibles cavernas debajo de la superficie lunar podrían brindar un refugio para los humanos.
Por ejemplo, la temperatura en la superficie lunar puede variar entre los -173ºC hasta los 127° C dependiendo del lugar.
Es por esto que las cuevas proporcionarían un clima más templado para los humanos. Además, también brindarían una mayor protección frente a la radiación y un posible mayor acceso a recursos minerales.
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