Todo viaje al espacio requiere preparación. Es por ello que la NASA ha destinado un equipo multidisciplinario que determina qué elementos son aptos para ir más allá de nuestra atmósfera a través del olor
Un gran olfato conlleva grandes responsabilidades
Todos estamos dotados de una nariz, eso está claro. Sin embargo, las personas contratadas por la NASA para realizar este trabajo, de apariencia sencilla, han sido entrenados arduamente para asumir este reto.
Cada equipo está conformado por cinco personas, las cuales fueron previamente examinadas por un especialista en Otorrinolaringología para determinar el correcto funcionamiento de los órganos necesarios.
Los elegidos para esta labor no solo tienen que estar sanos, sino que deben tener el olfato bien entramado para captar a la precisión siete olores muy definidos, ellos son: éter, alcanfor, almizcle, flores, menta, picante, pútrido, además de tres estándares inodoros de 10 muestras.
Como nada se le puede escapar a la NASA, en cada serie de pruebas se realiza previamente un estudio detallado de cada material, para asegurarse que no contengan vapores venenosos o tóxicos que pueda afectar la integridad de los “oledores”. Además para el momento de la evaluación los individuos seleccionados deben realizar la captación del olor a través de unas máscaras de plástico especializadas que puedan conservar la potencia y la calidad de los olores.
Consecuencias de un mal trabajo
¿Qué es lo peor que puede pasar si algo sale mal, o si no existiera este departamento? Pues, muchas cosas. Principalmente el panel de evaluación de olores fue concebido para asegurarse que todos los objetos que vayan al espacio no se conviertan en una molestia a largo plazo o provoquen saturación olfativa en los trabajadores de la estación espacial.
Imagínate estar encerrado en un carro con un olor permanente. Así se siente en el espacio ya que los astronautas no tienen forma de eliminar esos olores una vez que se introducen.
Además, un olor desagradable puede poner en riesgo la productividad de la misión, ya que las tareas y los días están contados. Es por ello que la NASA debe agradecer que el panel de evaluación de olores hizo bien su trabajo cuando no percibe ningún olor extraño.
¿Crees que puedas dedicar tu vida a ser un “oledor” profesional de la NASA?