15 personas vivieron durante 40 días en el interior de una cueva para estudiar el paso del tiempo

A veces, se hacen cosas poco convencionales en nombre de la ciencia y la investigación. Ese es el caso de un grupo de 7 mujeres y 8 hombres en Francia que decidió meterse a vivir dentro de una cueva durante 40 días para estudiar cómo se percibe el paso del tiempo sin tener a la mano relojes ni contacto con el exterior.

El experimento se llamó ‘Deep Time’ y fue organizado por el Human Adaptation Institute. El domingo 25 de abril, los participantes salieron de la caverna y demostraron lo previsible: no sabían cuánto tiempo había pasado.

Parte del objetivo del experimento por el cual estas personas estuvieron encerradas en una cueva de Francia era ese: ver cómo percibían el paso del tiempo. La misión se realizó en la cueva Lombrives en el suroccidente de Francia. Las edades de los participantes fueron diversas: desde los 27 años hasta los 50.

Las voces de las personas que estuvieron encerradas en la cueva

«En nuestra cabeza, eran unos 30 días que habían pasado. Así que nos sorprendimos cuando vimos a los dos responsables para anunciarnos que la misión había acabado. Eso quiere decir que ha habido una diferencia del 25% entre lo vivido por nosotros y por vosotros», refirió Clot, de 48 años, una de las personas que participó del experimento en esta cueva de Francia.

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La mayoría de los participantes creía llevar 30 días en la cueva. Uno pensó que era apenas el día 23. Científicos monitorearon los patrones de sueño y alimentación. Lo que observaron es que estos “cavernícolas” midieron el paso del tiempo tomando como unidad sus ciclos de sueño.

«Me despertaron en plena noche, fue una sorpresa que acabase el experimento de la cueva de Francia en ese momento», asumió François Mattens, de 35 años. «Hubo un momento de silencio (cuando anunciaron el fin del experimento). Nos preguntamos, ¿qué pasa? Fue un momento de estupefacción», reconoció por su parte Marie-Carline Lagache, de 50 años y quien se dedica a la bisutería.

Entre los participantes, un maestro de matemáticas e instructor de navegación dijo que corría 10 kilómetros diariamente dentro de la cueva para mantenerse en forma y que a veces sentía un enorme deseo de salir; no obstante, la mayoría de los participantes dijo querer permanecer más tiempo en la cueva.

Conoce más sobre este hecho:

La organización al interior de la caverna

Durante el tiempo que estuvieron en la cueva de Francia, el grupo tuvo que organizar tareas que eran parte del experimento, sin tener la medida del tiempo para imponer plazos. Entonces, para poder organizare, tuvieron que depender en sus relojes biológicos y ciclos de sueño para estructurar sus días.

Además, en la cueva, tuvieron pocas comodidades como las que ofrece nuestra vida en la ciudad. Por ejemplo: los voluntarios tuvieron que producir su propia electricidad con un generador de pedal y sacar agua de un pozo a 45 metros de profundidad.

Las áreas científicas que abarca este radical experimento van desde la cognición, a la psicología y psiquiatría pasando por la sociología. Parte del objetivo de que hagan esto dentro de esta cueva de Francia fue ver cómo este experimento podía ayudar a entender el impacto de los confinamientos por culpa de la pandemia.

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