Unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) lograron transformar la estructura de una telaraña en música. Al parecer, estos animales no solo son hábiles para tejer, sino también para hacer obras de arte.
Un comunicado de prensa de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS) dio a conocer la noticia. Allí se explica que las arañas viven en un entorno de cuerdas debido a su corto rango visual. Las cuerdas emiten diferentes vibraciones (frecuencias) que conforme a su intensidad, el insecto detecta la ubicación de sus presas.
Estas vibraciones se producen, por ejemplo, cuando la araña estira una hebra de seda durante su construcción, o cuando el viento o una mosca atrapada mueven la tela. A partir de esto, los investigadores descubrieron cómo convertir las vibraciones de una telaraña en música.
Con estos descubrimientos, los científicos plantean que la forma en la que suenan las telas de araña puede usarse como punto de partida para crear nueva música.
«Las telarañas podrían ser una nueva fuente de inspiración musical muy diferente de la experiencia humana habitual», dijo Markus Buehler, investigador principal del proyecto.
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Los investigadores escanearon una telaraña natural con un láser. El objetivo fue capturar secciones transversales en 2D y luego utilizar algoritmos informáticos para reconstruir la red en 3D. Esto permitió que se pudiera definir bien qué nota generaba cada hebra de la telaraña.
El equipo asignó diferentes frecuencias de sonido a las hebras de la tela. Así detectaron las notas que combinaron en patrones basados en la estructura 3D para generar melodías con telarañas. Luego, los científicos diseñaron un instrumento parecido a un arpa y tocaron la música de las telas de araña en varias presentaciones en directo en todo el mundo.
Para comprender la técnica que usaron los investigadores del MIT para crear música con una telaraña hay que entender la estructura de los instrumentos de cuerda (guitarra, piano, bajo, arpa, ukelele, entre otros). Estos instrumentos crean música a partir de las vibraciones que emiten sus cuerdas.
Entre más delgada y más templada esté una hebra, más vibraciones emitirá; por lo tanto, su sonido es más agudo. Lo mismo ocurre con las notas graves: entre más gruesa y menos templada esté una cuerda, su vibración va a ser menor; por lo tanto, el sonido que emita será más grave.
Recordemos que las notas musicales se definen con frecuencias: el Do central en un piano, por ejemplo, tiene 261Hz, mientras que la nota central de La tiene 440Hz. Por consiguiente, todas las notas y sus variaciones tienen frecuencias únicas. Así lograron los investigadores hacer música con las vibraciones de una telaraña.
«La araña vive en un entorno de cuerdas que vibran», explica el doctor Markus Buehler, investigador principal del proyecto. «No ven muy bien, así que perciben su mundo a través de las vibraciones, que tienen diferentes frecuencias».
El equipo también hizo un montaje de realidad virtual que permitía a la gente «entrar» visual y auditivamente en la telaraña. «El entorno de realidad virtual es muy interesante porque los oídos van a captar características estructurales que se pueden ver. Pero que no se reconocen inmediatamente», dice Buehler. «Al oírlo y verlo al mismo tiempo, puedes empezar a entender realmente el entorno en el que vive el insecto y las melodías que generan las telarañas».
Así, este concierto de música de telas de arañas está acompañado por un recorrido virtual que recrea la forma en la que el insecto creó su entorno. Esto significa que las notas cambian a medida que cambia la estructura de la telaraña, y el oyente puede escuchar el proceso de construcción de la misma.
Según los especialistas tener un registro del proceso paso a paso significa que además se puede comprender mejor cómo los insectos construyen una telaraña en 3D sin estructuras de soporte. Esta es una habilidad que podría utilizarse para la impresión en 3D, por ejemplo.
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