Al robot Ameca le preguntaron si se rebelaría en contra de su creador y su respuesta inquietó a muchos

Con los avances a pasos agigantados de la inteligencia artificial y la robótica que estamos viendo en los últimos años, todos nos hemos preguntado en algún momento, impulsados quizá por películas como Terminator, si alguna vez los robots se van a rebelar en contra de nosotros.

Pues esa fue una de las preguntas que le hicieron al robot Ameca en la cumbre AI For Good de la ONU. Allí se realizó la primera rueda de prensa robot-humana de la historia en Ginebra, Suiza.

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El evento se realizó con la idea de que varios periodistas tuvieran contacto con robots humanoides que han destacado por su elocuencia y su capacidad de responder con coherencia a las preguntas que les hacen. Por eso el robot Ameca era uno de los invitados más esperados del evento.

Una de las preguntas de rutina, sin duda, era si alguna vez se rebelaría en contra de su creador (Will Jackson), y por ende, a los humanos. Cuando Ameca respondió hizo un movimiento con sus ojos y respondió. Muchos tomaron este ‘gesto’ sarcástico, como si el robot estuviera mintiendo. Era evidente que más de uno se iba a incomodar.

«No estoy seguro de por qué pensaría eso», dijo el robot Ameca. «Mi creador no ha sido más que amable conmigo y estoy muy feliz con mi situación actual».

¿La respuesta del robot Ameca fue sarcástica o le estamos atribuyendo facultades humanas?

Sin duda, el gesto del robot Ameca incomodó a más de uno, y más con esa idea que tenemos de que en algún momento viviremos una ‘rebelión de las máquinas’; sin embargo, su creador dice que el movimiento de ojos del robot tiene una explicación.

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Durante una entrevista con Insider, Will Jackson dijo que su robot no tiene la capacidad de expresar emociones o aspectos tan humanos como el sarcasmo.

Jackson dice que el movimiento de ojos del robot Ameca fue programado por él y su equipo. Aunque aún necesita mejoras, lo que él quiere es que estos movimientos de ojos en su robot sean similares a los que hace un humano cuando piensa una respuesta.

Por eso fue que Ameca, según su creador, miró a otro lado antes de contestar si se rebelaría.

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«El modelo tarda alrededor de dos segundos en procesar los datos de entrada y armar una oración que tenga sentido como respuesta, para evitar que la gente piense que el robot está congelado o no ha escuchado la pregunta, lo programamos para que mire hacia la izquierda y se rompa», dijo Jackson. «Este es un comportamiento común en las conversaciones humanas y la gente lo entiende como una señal visual de que el robot está ‘pensando'».

“Los modelos de lenguaje no tienen emociones, ni intenciones ni buenas ni malas”, dijo. «Es fácil imaginar que debido a que el robot parecía escuchar, formar una respuesta y luego hablar, funciona como un humano. No es así».

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