Encontrar un planeta de diamante es una hazaña increíble, pero las características de 55 Cancri e son tan extraordinarias, que siguen dejando boquiabiertos hasta a los astrónomos más experimentados.
55 Cancri e, nombre que se dio al planeta de diamante cuando fue descubierto, es un punto inusual en la inmensidad del universo. Para empezar, se parece a la Tierra, porque es sólido, rocoso y orbita una estrella parecida al Sol.
Sin embargo, las similitudes entre 55 Cancri e y nuestro planeta parecen terminar ahí. Este mundo extrasolar es tan raro, que no hay día ni noche, puesto que un lado del planeta mira al espacio y el otro nunca deja de estar frente a su sol.
Esto causa que uno de los lados del planeta diamante sea gélido e inhóspito, mientras que el otro experimenta temperaturas extremas. Además, un año en 55 Cancri e dura 18 horas, porque orbita demasiado cerca de su estrella y la gravedad acelera su ciclo de rotación.
Sí, 55 Cancri e es inusual, pero la galaxia es tan grande, que encontrar un planeta de diamante entra en las probabilidades. Por cierto, ¿dónde está el diamante del que todos hablan?
Según un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, expertos en el área de astronomía, la corteza interior de 55 Cancri e está hecha de grafito y diamante, resultado del calor extremo y la presión atmosférica que hay en el planeta.
Pese a ello, Cancri 55 e no es el primer planeta de diamante descubierto en los últimos años. De hecho, es probable que en Júpiter y Saturno lluevan diamantes.
La razón por la que Cancri 55 e destaca, se debe a que sus condiciones planetarias, aunque extremas, son semejantes a las de la Tierra. Convirtiéndolo en el único mundo rocoso conocido cuya superficie es de diamante.
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Analizar un mundo que está a 40 millones de años luz de distancia es complicado, aunque el equipo encargado de descifrar los misterios de 55 Cancri e ha hecho un gran trabajo. Una de sus conclusiones más importantes, es que el planeta de diamante debe tener una atmósfera.
Al principio, se creía que esto era imposible, ya que las temperaturas en el lado caliente son tan altas, que habrían acabado con cualquier tipo de atmosfera.
Curiosamente, la evidencia demostró lo contrario, debido a que si no hubiera una capa de protección entre 55 Cancri e y el vacío espacial, la diferencia entre temperaturas sería muchísimo más severa.
Del mismo modo, encontrar un planeta de diamante que tenga semejanzas con la Tierra, comprobó que los mundos terrestres pueden formarse de manera similar, aunque tengan bases químicas muy diferentes.
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