Nada grita que el universo está sufriendo un desequilibrio como una manada de animales salvajes corriendo hacia un desfiladero para morir arrojándose al vacío.
Y así inicia True Crime: Night Country, anunciándonos desde los primeros segundos el inicio de una noche terrible que, literalmente, sume a una ciudad bajo días y días de oscuridad.
La historia se desarrolla justo al comienzo de la larga Noche Polar en Ennis, una ciudad ficcional en Alaska que, de la mano de la directora mexicana Issa López, de pronto recuerda a la Comala de Juan Rulfo, donde los vivos y los muertos a veces parecen la misma cosa.
Esta cuarta temporada de la serie ya icónica de HBO cuenta, por supuesto, una historia policial que nos va revelando poco a poco la investigación de un caso perturbador.
Pero no sería True Detective si la trama no estuviera anclada en personajes complejos que atrapan quizá aún más que la propia narrativa detectivesca (de la cual hablaré sin spoilers).
¿De qué trata True Detective: Night Country?
Aquí el caso comienza con el hallazgo de los cadáveres de un grupo de científicos, en medio de la noche, la tormenta y la nieve, con rictus congelados en expresiones aterradas.
¿Cómo llegaron ahí los cuerpos? ¿Cómo murieron? ¿Qué estaban investigando en medio de la nada del Ártico? Así empieza una serie de preguntas que buscará responder Liz Danvers (Jodie Foster), una mayéutica detective que dice odiar a todos —y es bien correspondida.
“Bienvenidos al fin del mundo”, muestra un ¿humorístico? letrero que nos recibe al entrar a la ciudad de Ennis. Pero el fin no comenzó con este caso, el desequilibrio del universo empezó años antes, con un homicidio.
Y por ese crimen conocemos a la contraparte de Danvers, Evangeline Navarro (Kali Reis), una agente atormentada por el historial de violencia y locura en su familia, pero obsesionada con perseguir justicia para las mujeres.
Navarro está convencida de que este nuevo caso de los científicos muertos tiene alguna relación con el asesinato no resuelto de una activista que encabezaba una resistencia cultural de la comunidad.
La soledad del páramo helado
Entre la agente y la detective se revela una tensión con dosis raciales y de cosmovisión que poco a poco cuenta una historia compartida en la que dos colegas alcanzaron un punto sin retorno.
Y cuando hablo de desequilibrios universales y cosmovisión no es para magnificar los conflictos en la trama: en medio del mundo que logra crear Issa López, es perfectamente natural que dos policías hablen sobre dios y la presencia de los muertos en la oscuridad de la Noche Polar.
Para la agente Navarro, dios existe, pero no es un dios que te reconforta, es un dios que se siente tan solo como ella y como todos en Ennis.
Cuando la detective Danvers se siente sola, juega Fantasy Football, busca citas en Tinder, escucha ruido blanco en sus audífonos para no tener que escucharse a sí misma, a su dolor.
Al contrario, Navarro reza, pero no para hablarle a dios, sino para escuchar. Trata de descubrirse a sí misma oyendo las voces que hablan en la noche de Ennis, como en la Comala de Rulfo, susurrando revelaciones.
«El tiempo es como un círculo plano»
En True Detective: Night Country, como en Pedro Páramo, el espacio también se desarrolla como un personaje. Ennis es un lugar donde “el tiempo es como un círculo plano” (una frase que salió de los labios del detective Rust Cohle en la temporada 1 y se repetirá en esta temporada 4).
Ennis podría esconder en sus hielos milenarios la posibilidad de una cura para los males de la humanidad, pero al mismo tiempo es una ciudad de fantasmas, asediada por una compañía minera que contamina el agua, el aire y la cultura local.
Y en medio de la vida sin luz solar, de la soledad del páramo helado, del terror de afrontar los pasados personales y colectivos, de la resistencia cultural a los invasores, de la muerte que no es una final sino una presencia, las detectives Danvers y Navarro no tienen más remedio que caminar en la oscuridad y escuchar.
Rose Aguineau, un personaje lleno de sabiduría que aunque es secundario en la historia ayuda al resto a encontrar su destino, lo deja claro al hablar de Ennis: “Es muy silencioso, excepto por los p*tos muertos”.