La adaptación del Señor de los Anillos dirigida por el director Peter Jackson se convirtió en una de las trilogías más elogiadas y premiadas de todos los tiempos. Pero a pesar de tener la vara alta, Amazon Prime Video se propuso el reto de convertir las novelas de J. R. R. Tolkien en una serie de 8 capítulos. Bienvenidos a Lord of the Rings: Rings of Power.
Para esta esperada serie, Amazon no solo tuvo que pagar 250 millones de dólares por los derechos para contar esta historia. También desembolsó unos 500 millones de dólares para su producción, lo que convierte a Lord of the Rings: Rings of Power en la serie más cara hasta la fecha.
A diferencia de las películas del Señor de los Anillos, para esta nueva producción Amazon sólo pudo adquirir los derechos de unos apéndices que dejó el autor. Se trata de una serie de cronologías pertenecientes al relato de la Edad Media. Al no contar con la permisología para adoptar la historia completa, los guionistas tuvieron que llenar los vacíos argumentales con supervisión de los descendientes del escritor.
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En Lord of the Rings: Rings of Power no veremos a algunos de los personajes más queridos por los fanáticos. No estarán, por ejemplo, ni Frodo ni Sam ni Gollum. Es así porque la serie está ambientada unos cientos años antes del relato que plantea la saga original, en la Segunda Era de la Tierra Medieval. En cambio sí conoceremos la historia de los elfos, enanos y humanos antes de que el villano Sauron uniera sus fuerzas para esclavizar a todas las razas con los anillos de poder.
No obstante, un personaje conocido sí estará presente como protagonista: Galadriel, una guerrera elfa, que será interpretada por Morfydd Clark. Ella será testigo de cómo se forjaron los 20 anillos, el ascenso de Sauron y la Última Alianza de elfos y hombres.
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La serie llegó a las pantallas de Amazon Prime el viernes 2 de septiembre en la mayoría de países. Los críticos que tuvieron la oportunidad de ver unos cuantos episodios antes del estreno no dejan de compararla con la serie de HBO La Casa del Dragón.
Una de las opiniones más extremas pero positiva hacia la serie la dio el diario británico The Guardian, bajo la reseña de su periodista Rebecca Nicholson, quien dijo: “Es tan asombrosa que hace lucir a House of the Dragon como una serie amateur, diseñada en Minecraft”.
“Hay más solemnidad en su arranque. Y termina por ser una serie hecha más para ver en familia que la violenta House of the Dragon. A medida que avanza, la serie se despega de la traducción literal de la página a la pantalla, transformándose en algo nuevo”, se lee en la crítica del medio Variety.
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