Algunas celebridades generan más dinero muertas que vivas y la repartición de esas ganancias es más compleja de lo que creemos
Cada vez que sale un álbum póstumo, un nuevo video de una canción que ya existía o las celebridades dejan herencia aparecen decenas de personas interesadas en lucrarse a partir de su imagen.
En un podcast producido por Marketplace, Mitchell Hartman responde esta pregunta.
Hay un abogado llamado Mark Roesler que trabaja para CMG Worldwide, con oficinas en Indianapolis y Los Angeles. Sus clientes circundan entre lo más grande de las celebridades fallecidas: James Dean, Ella Fitzgerald, John Belushi y Telly Savalas por mencionar algunos.
Cuando una estrella desaparece, él aparece. Es un gran ejemplo de cómo funciona este mundo. Dirigiendo un equipo de expertos, evalúa “lo que queda” y saca cuentas, sea para pagar deudas o seguir viviendo del nombre de esa estrella, tanto para los herederos como para su firma.
Hay dos tipos de bienes, según él, los tangibles y los intangibles, los primeros siendo carros, propiedades, cuentas bancarias. En los intangibles hay un negocio redondo: canciones vendidas en iTunes, reproducciones en Spotify, derechos de autor, venta de publicidad, regalías.
¿Y a quién va ese dinero? Normalmente, a muchos. Los abogados que administran los bienes tienen un porcentaje sólido, las compañías discográficas también.
Hay impuesto sobre ese dinero adquirido, por lo que el nombre de una celebridad muerta sigue funcionando como una empresa. Es una marca. De hecho, los impuestos por ‘income’ en Estados Unidos pueden llegar a ser tan altos como de 40%.
El porcentaje de los abogados también puede variar si se dificulta el cobro de regalías o publicidad, por ejemplo.
En el caso de Michael Jackson, que murió en 2009, no tenía mucho valor en el mercado en ese momento. Escándalos y rumores habían afectado su reputación y había perdido valor.
Además, enfrentaba grandes deudas por su estilo de vida y el mantenimiento de su rancho Neverland en Santa Barbara, California. En el momento de su muerte planeaba un gran regreso para recuperarse económicamente.
Jackson, muerto, ha ganado el puesto número uno en la lista de celebridades muertas generando profit de Forbes, asegurando sumas que superan los 800 millones de dólares anuales.
La lista evalúa las ganancias que hacen los artistas en el año antes de impuestos y pagos de abogados.
Normalmente las mansiones, yates, etc. se venden por decisión de los herederos. El rey del pop quería dejarle casi todos sus bienes a su madre y a sus tres hijos.
Lee también – La razón por la que nos afecta tanto la muerte de celebridades.
El padre y los hermanos de Michael Jackson no heredaron nada. En los seis años después de su muerte, los que manejan las finanzas del fallecido y sus herederos le habían dado vuelta a su situación generando más de 600 millones de dólares en ganancias netas.
Han comprado catálogos de artistas, shows como el Cirque du Soleil, producido álbumes póstumos, documentales y tratos publicitarios.
Una situación similar vivió Elvis Presley cuando murió de un infarto en 1977. Sus finanzas eran un desastre, su música, carrera fallida como actor y su vida personal estaban en declive, su mansión en Memphis también era muy cara para mantenerse.
Hoy en día, Presley también entra en el top 10 de Forbes, generando decenas de millones de dólares al año, después de muerto.
El rey del rock and roll, en este caso, fue muy astuto y aprendió de un problema que tuvo con uno de sus representantes, evitando vender en vida los derechos de sus canciones.
Esos derechos de cientos de temas publicados y registrados le siguen generando ganancia.
Presley dejó todo a su padre, abuela y su hija. Las deudas indicaban que debían vender la mansión llamada Graceland, pero los herederos decidieron quedársela.
Eventualmente, la abrieron al público en 1982. Está listada en el registro nacional de lugares históricos de Estados Unidos y recibe más de 600 mil visitantes al año.
El patrimonio de Presley, compuesto por herederos y administradores, también abrió un hotel en Memphis y un centro comercial.
Sin embargo, los Presley ya no controlan eso. En 2005, Lisa Marie, su hija, vendió un 85% de las acciones a CKX media company, quién también tiene los derechos de Marilyn Monroe y Juicy Couture.
El 15% restante si le pertenece, al igual que Graceland, que la administra junto a su madre, Priscilla Presley.
Puede ser de tu interés: