Seguramente has visto que muchos hombres escoceses usan faldas y ya se relaciona este tipo de traje como una tradición del país, pero ¿sabes por qué se empezó a usar esta prenda en los hombres?
Aunque podría creerse que no hay un mayor trasfondo al rededor de la prenda, la realidad es totalmente diferente y hay una gran historia
La falda escocesa es un símbolo escocés que tiene su origen en los regimientos de los highlanders. Y tiene un nombre distintivo: kilts, ya que los escoceses no la consideran como una falda, que es una prenda femenina.
Históricamente, a estos hombres los conocían por ser bárbaros, ir armados y por usar una vestimenta arcaica.
Antes, la tela que se usaba era con un diseño diferente al que se conoce actualmente. El original tenía un extenso tejido de lana, el cual se ataba a la cintura y lo que sobraba era colocado por el hombre, creando una especie de chal.
Pero fue a partir de 1720 que su uso fue adoptado por las tropas escocesas del Ejército Británico. Al ser el uniforme oficial logró gran popularidad y empezó a usarse en la cotidianidad, en diversas ocasiones como para ir al trabajo.
Los soldados de las tierras altas de Escocia usaban kilts porque les permitían tener más libertad de movimiento durante el combate y además el plegado los protegía.
Asimismo, como estaban hechas de lana, los ayudaban con el frío y los mantenían secos cuando debían combatir en climas húmedos; además las podían usar como frazadas de abrigo durante las noches.
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Con los años, el uso de la falda se ha convertido en una representación de la cultura, de tradiciones e identidad escocesa.
Es por eso que los hombres que utilizan este vestuario lo usan en ocasiones especiales como fiestas familiares o fechas patrias. De esta forma demuestran la importancia de su uso en diversos eventos para recordar el orgullo de ser escocés.
En la actualidad se le conoce como “Traje Nacional de Escocia”, por lo que es sinónimo de patriotismo.
La historia de la falda escocesa, o kilt, es un relato de resistencia cultural. Sus orígenes se remontan a los siglos XVII y XVIII, cuando el tartán, con sus distintivos cuadros y colores, comenzó a diferenciarse entre los clanes escoceses. Con el tiempo, el tartán evolucionó hasta convertirse en un símbolo de identidad nacional.
Sin embargo, esta identidad estuvo a punto de ser erradicada. Tras la fallida rebelión jacobita de 1746, el gobierno británico, temeroso del sentimiento nacionalista escocés, prohibió el uso del kilt y otras vestimentas tradicionales a través de la Ley de Vestimenta de 1746. Esta prohibición buscaba socavar la cultura y el orgullo escocés.
A pesar de la represión, los escoceses se negaron a renunciar a su herencia. En secreto, continuarán utilizando el kilt en eventos privados y celebraciones, manteniendo viva la llama de su identidad. Gracias a su persistencia, la prohibición fue finalmente levantada en 1782.
Hoy en día, el kilt es un símbolo universalmente reconocido de Escocia, utilizado con orgullo en todo el mundo. Su historia es un recordatorio del poder de la cultura y la identidad, incluso frente a la adversidad.
La respuesta es sí. Como lo mencionamos, es una representación cultural, por lo que diferentes personas lo siguen usando en eventos importantes.
Personajes famosos como el rey Carlos III se ha mostrado públicamente en ocasiones especiales con esta vestimenta. Actores escoceses como Gerard Butler o Sean Connery han llegado a importantes premiaciones con la falda tradicional.
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