Con el paso de la historia hemos adoptado símbolos llenos de carga histórica y con diferentes significados.
La bandera de arcoíris sigue siendo uno de los símbolos más poderosos y reconocidos del movimiento LGBTQ+.
Su historia está llena de significado y evolución, convirtiéndolo además en un emblema de la lucha por la igualdad.
Pero, ¿cuál es el origen de este icónico símbolo y cómo llegó a ser tan significativo?
La creación de la bandera de arcoíris fue en 1978 por Gilbert Baker, un artista y activista LGBTQ+ estadounidense.
Baker conoció a Harvey Milk, uno de los primeros funcionarios abiertamente gays en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos, y quien jugó un papel crucial en la visibilidad del movimiento LGBTQ+.
El veterano del ejército, inspirado por el movimiento hippie y la diversidad del arcoíris, diseñó la bandera para ofrecer un símbolo positivo y vibrante para la comunidad LGBTQ+.
A mano, el artista cosió la bandera utilizando tintes y materiales que consiguió con la ayuda de voluntarios, dándole a cada color un significado.
La bandera debutó oficialmente el 25 de junio de 1978 en el Desfile del Orgullo de San Francisco, en la Plaza de las Naciones Unidas.
La bandera fue recibida con alegría por la comunidad, que finalmente tenía un símbolo que expresaba su identidad y sus aspiraciones. Originalmente, la bandera tenía ocho colores y cada uno tenía un significado en particular.
Sin embargo, en 1979, debido a la difícil que era conseguir obtener tela rosa y turquesa en las cantidades necesarias, el diseño tuvo que simplificarse a solo seis colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.
«En ese momento, era bastante difícil encontrar fábricas que pudieran producir el color rosa en grandes cantidades. La creciente demanda de la bandera hizo que fuera necesario producirla en masa,» comenta Miguel Brox, encargado del Centro de Documentación y Cultura de COGAM, una de las asociaciones más relevantes en la defensa de los derechos LGBT en España.
A partir de su creación, la bandera de arcoíris ha ganado popularidad y se ha convertido en un símbolo poderoso del orgullo LGBTQ+. Ha sido incorporada en la moda, el arte y los medios de comunicación, reforzando su presencia en la cultura popular.
Aunque la bandera sea conocida mundialmente como la bandera arcoíris, en realidad solo esta cuenta con seis colores. El arcoíris natural es un fenómeno que ocurre cuando la luz del sol atraviesa las gotas de agua en la atmósfera.
El fenómeno cuenta con siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Sin embargo, los colores no tienen un significado en especial; simplemente son el resultado de cómo la luz se descompone. En cambio, la bandera LGBT tiene los colores con una intención específica
Desde su creación, la bandera de arcoíris ha evolucionado y ha sido adaptada en distintas formas y versiones para representar a distintos grupos dentro de la comunidad LGBTQ+.
Últimamente, se han añadido franjas negras y marrones para representar a las personas LGBTQ+ de color, y franjas rosas, azules y blancas para incluir a la comunidad trans.
La bandera sigue inspirando generaciones y siendo un claro referente de la comunidad, dejando un símbolo lleno de color, diversidad y alegría en la historia por generaciones.
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