El plagio en la música siempre ha existido y hay quienes dicen que nada es completamente original, pero ¿qué sucede cuando la inspiración ya no es un tributo sino una copia?
Hay muchos, muchísimos casos de plagio. Algunos se quedan solo en acusaciones, y aunque otros dicen haber utilizado samples (fragmentos de audio) nada más, en ocasiones el problema es la falta de autorización legal.
Lo cierto es que es mejor no jugar con los límites y pensarte muy bien si tu canción puede estar basada en otra o ser, sin quererlo, su copia maestra.
Un ejemplo que te trasladará a tu infancia o a tu película de confort es la de «Mbube», una canción del compositor sudafricano Solomon Linda, con similitudes innegables a «The Lion Sleeps Tonight», la canción de la película El Rey León.
Tal vez la versión que eligió Disney te guste más, pero la compañía fue demandada en 2006 y los apoderados de los derechos de Linda, ganaron las regalías de la canción y los créditos de composición.
Otro caso de un compositor africano es el de Golden Sound, una agrupación camerunés de los 80, conformada por guardias presidenciales activos.
Hicieron una canción, «Zangalewa», que a partir del minuto 7:28 se puede equiparar al coro de «Waka Waka» de Shakira, canción que la hizo llegar a un mundial de fútbol.
El beat, el coro y las guitarras son exactamente iguales. La disputa legal fue arreglada entre las partes antes de determinar una sentencia (es decir, algo se habrá pagado…)
Joseph Satriani, un guitarrista y compositor americano demandó a Coldplay en 2009. En una canción de Satriani llamada «If I Could Fly», un extracto del solo de guitarra pareciera ser un modelo para la melodía de «Viva la vida» de la banda británica.
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Así es. Gàbor Presser litigó contra uno de los productores más reconocidos del mundo en 2017 por los derechos «Gyöngyhajú lány», una canción que no solo samplea en el outro de «New Slaves», sino que, con ligeras modificaciones, es básicamente un copy-paste.
El rey del pop fue enfrentado por Eddie y Danny Van Passel, compositores belgas de «If We Could Start All Over», en la que un instrumento de viento hace una melodía que es completamente imitada por la voz de Michael Jackson en su hit «You Are Not Alone», una canción de desamor.
En conclusión del conflicto legal, R. Kelly, reconocido y controversial cantante americano, fue el condenado por plagio ya que él escribió la canción que interpretó Michael.
La sensación del pop gen Z, Olivia Rodrigo, o tal vez alguno de sus productores, básicamente se copió un riff de guitarra de Elvis Costello & The Attractions y su tema «Pump it Up».
La canción «Brutal», de la ex estrella de Disney, es notablemente más popular, pero…¡final feliz! Costello dijo haber estado conforme con la existencia de la canción y decidió no proceder con ninguna disputa legal, a pesar de que podía hacerlo.
Los Beatles no se quedaron atrás. Hasta ellos fueron demandados por plagio, debido a Glenn Miller, un trombonista americano, famoso en la época del swing.
Su canción «In the Mood» guarda parecido a «All You Need is Love», una de las canciones más populares de la histórica banda británica. Miller se quedó con las regalías de la canción.
Otra disputa de plagio que generó este año, fue entre Toto y Justin Bieber. En la canción «Goin’ Home» de Toto y «Anyone» de la estrella pop, el coro es melódicamente igual.
La canción de Bieber fue estrenada en enero y esta es una pelea por derechos en proceso, que todavía no ha llegado a ninguna conclusión.
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