Blancos, músculos y apuestos. Esa frase así descontextualizada podría pasar por el eslogan de algún régimen totalitario en búsqueda, otra vez, de la raza aria. Sin embargo, era el requisito que imponía la marca Abercrombie & Fitch a todos los modelos que pretendían trabajar para la marca. E incluso, hasta cierto punto, a quienes querían pertenecer a sus filas de trabajadores.
Desde su concepción la empresa ha mantenido estándares que en la actualidad, dominada por la diversidad, podrían parecer clasistas e incluso racistas. Todos estos temas los aborda el documental En el Blanco: El ascenso y caída de Abercrombie & Fitch, recién estrenado en Netflix, un filme que pretende hacer un llamado de atención a los consumidores que durante mucho tiempo hicieron caso omiso a estas señales.
La historia de este documental se enfoca en la gestión del CEO Mike Jeffries, quien fue la cabeza detrás de la estética que hoy en día vemos de Abercrombie & Fitch. Fue él quien pretendía que la marca fuese “la imagen de los Estados Unidos”. El problema es que era una imagen excluyente y directamente ligada a la belleza de jóvenes con cuerpos de marfil y piel blanca.
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La popularidad de la marca se vio empañada después de que Samantha Elauf, una joven dependienta de 17 años, denunciara que la empresa la había discriminado al prohibirle usar una prenda religiosa durante su horario laboral. Luego de ser rechazada, la adolescente llevó a Abercrombie a la corte y resultó ganadora de su caso. La empresa tuvo que pagar 25.670 dólares en daños a Elauf.
Bajo la opinión de muchos, la marca sí impone estereotipos sexistas, clasistas y discriminatorios hacia personas de origen étnico diverso. ¿Pero cuál es la opinión de la propia marca?
Ellos también lo creen y no están muy avergonzados por ello:
“La verdad es que sí, apuntamos a los chicos cool. Apuntamos al chico 100% americano y atractivo, con una gran actitud y muchos amigos. Nuestra ropa no es para todo el mundo, ni podría serlo. ¿Somos excluyentes? Por supuesto”, expresó en una entrevista el ex CEO de Abercrombie, Mike Jeffries.
Con más de 130 años en el mercado Abercrombie ha sabido reinventarse y adaptarse a las audiencias de cada una de las décadas. Pero ¿podrá sobrellevar esta nueva polémica?
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