Qué fascinante es un buen misterio, de esos que erizan la piel y hacen volar la imaginación. Los lugares más misteriosos de América Latina aún guardan muchísimos secretos. ¿Preparado para descubrirlos?
Si hay un lugar peculiar en América esa es la Isla de las Muñecas, que se encuentra ubicada en los canales de Xochimilco a unos cuantos kilómetros de Ciudad de México. Esta isla es famosa por estar repleta de muñecas colgantes, que fueron llevadas hasta allí por Julián Santana, un vecino de la zona.
Santana inició esta inusual colección en los 50’s y, actualmente, las cientos de muñecas que hay en la isla tienen un aspecto deteriorado y están cubiertas de insectos. Sin embargo, también es un popular centro turístico, así como uno de los lugares más misteriosos de América Latina.
¿Qué tan bueno eres al volante? Sea cual sea la respuesta, no querrás enfrentarte al camino de Los Yungas. Este se encuentra en el corazón de Bolivia y es, por mucho, la vía más peligrosa del mundo.
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El camino no tiene barreras de seguridad, tampoco señalizaciones, es estrecho y las curvas aparecen sin avisar. Y por si todo esto fuese poco, la carretera de los Yungas esta bordeada por un acantilado. Transitar por aquí era tan riesgoso que se prohibió el paso vehicular. Ahora solo los ciclistas más valientes pueden recorrer el camino.
Han sido un enigma desde el primer momento y es que las líneas de Nazca solo pueden verse desde el aire. Algo extraño, porque fueron hechas en un lugar y una época donde no habían aviones u otra manera de corroborar la apariencia del dibujo desde el aire.
Entre las figuras podemos encontrar un mono, un ave, un insecto, entre otros. Se desconoce su origen, pero hay quienes afirman que son señales de aterrizaje para extraterrestres. ¿Alocado? Quizás, pero las líneas de Nazca, localizadas en la región de Ica, siguen atrapando la atención del mundo.
¿Cómo crees que empezaría un viaje al centro de la tierra? La Cueva Sima Humboldt seguramente es uno de los lugares más misteriosos de América Latina. Este abismo, recóndito y lleno de vegetación, está oculto en lo más profundo de la selva venezolana.
Se cree que la Sima Humboldt tiene cientos de metros de profundidad y que también, es una de las cuevas más antiguas del mundo. Sima Humboldt está apartada de todo, no hay carreteras que lleguen hasta allá y solo un pequeño grupo de investigadores han visto su interior.
Su nombre completo es Hotel del Salto de Tequendama, queda en el Departamento de Cundinamarca y como si quisiera dar a entender que sí es una casa encantada y uno de los lugares más misteriosos de América Latina, está ubicado junto a un tenebroso acantilado. Este hotel empezó a funcionar en 1923 y era el destino perfecto para la alta sociedad colombiana.
Aunque era popular, las historias trágicas que ocurrían en el Hotel del Salto alejaron a los turistas y el lugar quedó abandonado por varios años. Recientemente, fue convertido en un museo y sigue recibiendo a los visitantes que se interesan por conocerlo.
Los lugares misteriosos suelen tener décadas o incluso siglos de antigüedad, tiempo suficiente para lograr tener ese típico aspecto de sitio enigmático. La Cueva de los Cristales es antigua, pero su exploración comenzó hace poco.
De hecho, recién fue descubierta en el año 2000, pero de inmediato se hizo popular, porque está repleta de cristales. Estos cristales pueden tener hasta 12 metros de alto y medir un metro de grosor. Gracias a ellos, la cueva brilla, literalmente, pero el ambiente dentro de ella es terrible. El calor es insoportable, y quienes la visitan solo puede estar allí por un máximo de 10 minutos.
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Entre los lugares más misteriosos de América Latina, están las Islas Diego Ramírez. No, no tienen ninguna historia tenebrosa que contar, pero destacan por ser el último lugar del continente.
Así es, América se acaba en las Islas Diego Ramírez, más allá está el océano y después, la Antártica. Muy pocos visitan estas islas, y allí solo viven un puñado de personas que se encargan de mantener activo el faro de la Isla Gonzalo, que funciona como estación meteorológica.
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