Cada verano, los malagueños esperan con ansias la llegada de la Feria de Málaga en la Costa del Sol en España.
Uno de los eventos más conocidos en el país y a nivel mundial porque combina tradición, música, y diversión, atrae a miles de visitantes cada año.
La Feria se celebra por la conmemoración de la incorporación de la ciudad a la Corona de Castilla por partes de los reyes católicos, Isabel y Fernando, en 1487, durante la Reconquista.
Así mismo, este evento celebra a la Virgen de la Victoria, patrona de la ciudad, cuya imagen, según la tradición, fue traída por los Reyes Católicos.
Convirtiéndose gracias a su rica historia de tradiciones religiosas con festividades, en una de las más queridas de Andalucía, atrayendo a miles de visitantes cada año.
La Feria de Málaga generalmente se celebra en el mes de agosto. Inicialmente, todo arranca la media noche del 16 de agosto con un espectáculo de juegos artificiales en las playas. Este evento es muy popular y atrae tanto a locales como a turistas.
Luego, el sábado 17 de agosto, es cuando empieza lo fuerte. El pregonero del respectivo año, dará un discurso con mucho arte y música.
Para después, encender las luces del Real Cortijo de Torres, que es el lugar donde se celebrará gran parte de la feria. Ese mismo día, por la mañana, también habrá una romería en el centro de la ciudad, una tradición que se repite cada año.
Es allí, donde la feria arranca oficialmente con los verdiales (una música típica de Málaga), bailes tradicionales, y diferentes casetas repartidas por las calles.
La fiesta comienza a despedirse el segundo fin de semana de la Feria de Málaga, que cae el 24 y 25 de agosto. Este fin de semana son los últimos espacios para disfrutar de la feria antes de que termine, y tanto en el centro histórico como en el Real, hasta apagarse por completo.
Sin embargo, como dicen que lo mejor es para el final, usualmente el domingo, para los jóvenes, termina siendo la mejor celebración.
Como las casetas cierran y todo empieza a calmarse y los precios de las atracciones se vuelven más baratos, lo que hace que sea un momento perfecto para disfrutar antes de que la feria llegue a su fin.
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Hay demasiadas opciones para divertirte en la Feria de Málaga. Durante el día, puedes pasear por las calles para disfrutar de la música flamenca en vivo, los bares ofreciendo tapas y vinos locales y deslumbrarte con los trajes tradicionales.
Cuando cae la noche, la fiesta se traslada al Real de la Feria, donde hay cientos de casetas decoradas al estilo andaluz. Las fiestas pueden extenderse hasta altas horas de la madrugada con música, baile, y atracciones para todas las edades.
Los espectáculos de fuegos artificiales que inaugura la feria, sin duda, son imperdibles. La bahía de Málaga se ilumina con un impactante despliegue pirotécnico que marca el comienzo oficial de la feria.
Cabe recordar que la feria es el momento perfecto para probar la rica gastronomía malagueña. Puedes degustar sus platos más típicos como: pescado frito acompañado de un vino dulce, espetos de sardinas, gazpacho, ajoblanco y la porra antequerana.
Además, en las casetas del Real de la Feria podrás encontrar una gran variedad de tapas y platos típicos de Andalucía.
Si quieres integrarte completamente en la fiesta, considera vestir un traje de flamenca o un traje corto andaluz, permitiéndote sumergirte totalmente en la feria.
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