Todo es un Fake. En LinkedIn, Instagram, incluso TikTok: en cualquier parte puedes encontrar a millennials de casi treinta años sugiriendo, cuando no afirmando categóricamente, ser Generación Z. O, mejor, dicho Fakeennials.
Los Fakeennials son personas de una generación que simulan pertenecer a otra. El nombre es inventado, pero el fenómeno es real. ¿A qué se debe esto? En muchos casos, evidentemente, a la confusión.
“Me da la sensación de que nos han dicho que nos íbamos a comer el mundo tan rápido…”, dice Jaume, de 27 años, Fakeennial reconocido. “Han pasado tres años o cuatro desde que los millennials molábamos, y ya ha llegado una generación más joven que nos ha robado la modernez. Yo ya no sé ni qué soy”.
“El problema es que los millennials nos hemos quedado vacíos de título. No somos ni lo nuevo ni lo viejo, no somos nada”.ui
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Mucha gente no sabe a qué generación pertenece. En otros casos, es un intento deliberado de habitar en esa zona difusa entre una generación y otra, con la intención de aparentar que eres más joven de lo que realmente eres. Y aún más importante, en la cultura online: no perder el tren de lo cool, no dejar jamás de petarlo.
“¿Tienes un montón de años por delante y no te vas a adaptar a las modas?”, afirma Ainhoa, de 26 años, que se define como Zillennial. “En realidad yo no soy millennial ni Fakeennial, soy Zillennial. Entendemos tanto a millennials como a centennials, pero al mismo tiempo somos capaces de que nos den grima tanto unos como otros”.
Todos vivimos sintiendo, y sabiendo, que cuando ha pasado la novedad, la novedad ya no interesa. Pero, ¿qué pasa cuando la juventud, vendida durante tanto tiempo como un valor en sí misma, se acaba cada vez antes? Pues que te vuelves un Fakeennial.
En este reportaje de PlayGround Originals investigamos el fenómeno que no sabías que existía, pero que quizá te está afectando. Lo Fakennial. La necesidad de infiltrarse en una generación más joven para seguir en el meollo. Una realidad en cierto modo tristísima, pero que refleja dónde estamos cuando todo va tan rápido que te sientes obsoleto antes de los treinta.
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