¿Crees que el disgusto por las llamadas telefónicas inesperadas es cosa de millennials o centennials? El economista J.M. Keynes se quejaba por lo mismo hace un siglo
Cargamos todo el día con el teléfono pero rara vez lo usamos como… teléfono. Los días de pegarse un auricular a la oreja quedaron atrás y cada vez nos comunicamos más con mensajes de texto, audio, stickers y memes.
La invención del teléfono revolucionó la forma en que se comunica el mundo, sobra decirlo. Pero también es una herramienta que ha generado quejas, y esa ha sido una realidad desde finales del siglo 19 hasta nuestros días.
Y si hoy la queja más común es que algunas personas llaman por teléfono sin avisar primero mediante un mensaje de texto, hace un siglo las cosas no eran tan distintas.
Las quejas de Keynes
Luis Monroy-Gómez Franco, un candidato a doctor en economía, compartió en Twitter un dato interesante que encontró entre los escritos de John Maynard Keynes: resulta que uno de los economistas más importantes de la historia escribió una carta en 1922 para pedir que fuera considerado de mala educación llamar por teléfono a una casa sin previo aviso.
En un mensaje dirigido al editor de la revista New Statesman, Keynes reconoció que encontraba el teléfono indispensable para conversar con amigos, pedir taxis y hacer consultas financieras y de negocios, pero este aparato también lo distraía constantemente de su trabajo por la gente que prefería interrumpirlo a escribirle una carta o una postal.
“Escribo para pedirle invocar su poderosa ayuda para iniciar un nuevo y mejorado código de modales. Sugiero que llamar a una casa particular, en cualquier caso en el que funcionaría igualmente una postal o una carta, se catalogado como desconsiderado”, explica la carta en el volumen 18 de JMK Collected Writings.
¿Te han hecho una llamada en la que se te dificulta decir que no quieres ir a una fiesta? Bueno, Keynes seguramente pasó por lo mismo.
“Un extraño no debe tener más derecho de usar el teléfono de una casa particular que el de abrir la puerta. Y sobre todo, que sea considerado de malos modales, salvo entre amigos íntimos, hacer invitaciones por teléfono, lo que no deja al invitado tiempo de considerar —sin parecer grosero— si realmente puede asistir y quiere hacerlo”.
"Es que qué raros son los millenials que no les gusta hablar por teléfono"
Keynes, hace un siglo, escribiendo una carta a una revista sobre como es de mala educación hablarle por teléfono a alguien sin avisar pic.twitter.com/4sU4MXwjQI
— Luis Monroy-Gómez-Franco (@MGF91) June 13, 2021
¿Llamada o texto?
La tendencia a preferir los mensajes escritos sobre las llamadas ha sido recogida por diversas encuestas desde hace años. En 2016, un estudio de OpenMarket entre 500 millennials reveló que 76% consideraba que los textos son más convenientes; 63% expresó que los textos son menos disruptivos que una llamada, y en general, 53% prefería escribir que una llamada.
Hay quienes creen que la aversión a recibir llamadas telefónicas es un asunto generacional de millennials y centennials, pero parece que hay algo más que eso: el deseo de no ser interrumpido por conversaciones indeseables.
Hace algunas semanas, le preguntamos a nuestra comunidad en Facebook qué forma de comunicación preferiría si sólo pudiera elegir una opción entre mensajes de texto, audios, llamadas o videollamadas. Las respuestas fueron diversas y puedes revisarlas por acá:
https://www.facebook.com/PlayGroundMag/posts/4532845420088632
¿Tú, qué prefieres?
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