La banda mexicana BETA presentó su nueva canción "Aleluya". Foto: BETA
Tras 13 años de formar parte de la escena alternativa mexicana la banda poblana BETA estrena nuevo sencillo: “Aleluya», un adelanto de lo que será su nuevo larga duración.
El cuarteto, presenta este tema como una crítica feroz a la industria de la “salvación”, donde charlatanes se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas para lucrar con su desesperación.
La canción fue un trabajo en colaboración con el productor Milo Froideval y se convierte en un himno de resistencia y rabia, encapsulando el espíritu crítico de la banda.
En una conversación con los miembros de BETA, nos adentramos en el proceso creativo detrás de su más reciente trabajo.
“Ya no es solo el sueño de ser músicos, ahora también lidiamos con la vida adulta. La grabación de este disco fue complicada; todos teníamos problemas personales y eso se reflejó en la música”, comentan.
Esta realidad, lejos de ser una desventaja, añade una capa de profundidad y autenticidad a su sonido.
La decisión de grabar en Sonic Ranch, un lugar diseñado para maximizar la creatividad, fue clave para este nuevo trabajo.
“Ir a Sonic Ranch fue la mejor decisión que hemos tomado. Nos trataron como artistas y eso se refleja en la libertad y fluidez creativa del álbum”, afirman.
De acuerdo con los integrantes, este entorno permitió a la banda experimentar con nuevos sonidos y texturas, llevando su música a un nuevo nivel de madurez y complejidad.
El proceso de grabación en directo también jugó un papel crucial en el carácter del disco: “Siempre nos decían que en vivo sonamos más crudos y auténticos que en los discos. Así que decidimos grabar todo en una sesión, tocando juntos, para capturar esa energía en crudo”, explican.
Este método, aunque desafiante, resultó en un producto final que refleja fielmente la esencia de BETA: energía, crudeza y una conexión genuina entre los miembros.
Además, la colaboración con Froideval, quien se ha convertido en una suerte de quinto miembro de la banda, fue igualmente significativa.
“Milo es increíblemente creativo. El disco está lleno de pequeños detalles, desde pianos y sintetizadores hasta percusiones y coros de mujeres que añaden una dimensión extra a las canciones”, señalan.
Es así como estas adiciones terminaron enriqueciendo el paisaje sonoro del álbum y aportando una capa de sofisticación que contrasta con la crudeza de la grabación en vivo.
En cuanto a la lírica, la banda enfrentó un desafío único porque no tenían las letras terminadas cuando solo faltaban unas pocas semanas antes de empezar a grabar.
«Fue un proceso de construcción paulatina, añadiendo piezas poco a poco y asegurándome de que todas las canciones contaran una historia coherente”, revela Blas Cernicchiaro.
Este enfoque narrativo dota al álbum de una cohesión temática que explora la idea de las mitades de la vida y los retos de la adultez.
BETA también reflexiona sobre su trayectoria y los desafíos de mantenerse vigentes en la industria musical: “Nos decían que las bandas que llegan a los 10 años recién empiezan su verdadero camino».
Sin embargo, con más de una década juntos «entendemos mejor cómo funcionamos como grupo y eso se refleja en nuestra música”, comentan.
Esta introspección y persistencia son lo que ha permitido a la banda evolucionar y seguir conectando con su audiencia.
La nueva canción ya está disponible en plataformas digitales, y es un adelanto prometedor de lo que está por venir en su nuevo álbum; una obra marca una nueva etapa para BETA como una de las fuerzas más relevantes del rock alternativo en México.
Con “Aleluya”, BETA no solo entrega una crítica feroz a la industria de la salvación, sino que también reafirma su compromiso con la autenticidad y la evolución constante.
La banda sigue desafiando las expectativas y rompiendo moldes, demostrando que, incluso después de una década, aún tienen mucho que decir y, sobre todo, mucho que ofrecer a sus seguidores.
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