Es difícil comprender cómo la vida de millones de personas alrededor del mundo puede cambiar por completo a partir de conflictos, catástrofes naturales y otras situaciones de emergencia.
Cada conflicto o emergencia tendrá muchas causas e implicaciones distintas, pero si algo tienen en común es que ponen en riesgo a las personas y comunidades que habitan ese territorio.
Hay organizaciones que se encargan de responder a las necesidades más urgentes de las personas que atraviesan una “crisis humanitaria”, y así es como opera el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).
Los orígenes del (IRC) están conectados con Albert Einstein y la Segunda Guerra Mundial.
En 1933 Einstein ayudó a fundar lo que hoy es el IRC para ayudar a personas refugiadas de Europa. Actualmente, el impacto de la organización se ha expandido a más de cuarenta países afectados por crisis en distintas regiones, desde América Latina, hasta Europa, Asia, África y el Medio Oriente.
La forma en que trabaja el IRC, es ayudar a personas afectadas por crisis humanitarias (incluyendo la crisis climática) a sobrevivir, recuperarse y reconstruir sus vidas. Se enfoca en promover el bienestar económico, la educación, salud, seguridad y empoderar a las personas a tomar decisiones informadas para su futuro.
Nos pusimos en contacto con Julio Rank Wright, vicepresidente regional interino para América Latina en el IRC, para conocer más sobre la organización, la situación en LATAM y algunas historias de vida.
Quédate a leer la entrevista que tuvimos con él, y te invitamos a visitar el sitio de Rescue.org para saber cómo puedes contribuir a la organización.
[Katty es una clienta beneficiada por los servicios del IRC, ella fue diagnosticada con cáncer cervical en 2020 cuando aún vivía en Venezuela. Además de brindar apoyo a Katty, el IRC también se encargó de gestionar la logística para que le pudieran brindar servicios de salud a sus hijas y a su nieto]
Dinos tu trayectoria y cómo fue que llegaste al IRC
Comencé a trabajar en el IRC a principios de 2021. Después de más de dos décadas de experiencia profesional en el ámbito del desarrollo internacional en América Latina, África y Asia, decidí incorporarme al trabajo humanitario. Lo que más me llamó la atención y me motiva en este campo es la inmediatez del impacto de mi trabajo. Los resultados de las decisiones o programas que lanzamos los podemos observar rápidamente transformando vidas con el beneficio de la experiencia del IRC trabajando en las peores y más complejas crisis y conflictos del mundo.
Entre mis actividades está liderar a equipos en ocho países de la región para ayudar a que las personas cuyas vidas, y medios de subsistencia, han sido afectados por el conflicto y los desastres (incluyendo los relacionados con la crisis climática) puedan sobrevivir, recuperarse y tomar control de su futuro.
En América Latina estamos presentes en Venezuela (trabajando a través de socios locales), Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
El término “crisis humanitaria” puede ser algo complejo, ¿Cómo podrías definirlo a partir del trabajo que hace el IRC y cuáles son los factores que están asociados a esto?
La definición de “crisis humanitaria” es algo amplia. Lo principal es que puede ser un evento único, o una serie de eventos, que ponen en riesgo a las personas y sus comunidades en distintos aspectos como la salud, la seguridad y el bienestar. Normalmente la crisis impacta un área geográfica amplia. Por ejemplo, si pensamos en la situación que ha afectado a personas de Venezuela desde hace ya varios años: sus efectos se han sentido no solamente dentro del país, sino en muchos más que se han convertido en comunidades de acogida para millones de personas venezolanas que han tenido que dejar su país en busca de seguridad y estabilidad.
¿Cuáles son algunos de los “focos rojos” que han detectado en América Latina y en qué países han notado conflictos más profundos?
Actualmente estamos respondiendo a las necesidades más urgentes en algunos de los países más afectados por crisis humanitarias y por desplazamientos humanos en América Latina. Una de nuestras respuestas está enfocada en las necesidades de las personas venezolanas, que tienen años enfrentando un deterioro en las condiciones de vida, resultando en más de siete millones de personas dentro del país vivan en urgente necesidad de apoyo humanitario y en más de seis millones dejando el país. Nuestro trabajo sucede a través de socios locales en Venezuela, pero también en los principales países receptores, incluyendo Colombia, Ecuador y Perú.
También respondemos a las necesidades más urgentes en el norte de Centroamérica, trabajando con poblaciones en particular riesgo, como personas desplazadas internamente, personas retornadas, mujeres, niños, niñas y la comunidad LGBT+ en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Desde 2019 comenzamos a operar en México, luego de la crisis que surgió en la frontera norte por cambios en políticas de asilo en Estados Unidos y en 2021 nos expandimos para responder a lo largo del corredor migratorio en el país, desde la frontera sur.
¿Algunas de las crisis en América Latina están entrelazadas?
Fíjate que históricamente, los países de América Latina han jugado distintos roles en las crisis humanitarias y de desplazamiento del mundo: han sido lugares de origen para personas que se ven forzadas a buscar seguridad en otros países; de tránsito, sirviendo como puentes para estas personas; y también, aunque quizá algo que no tenemos tan presente, han sido lugares de destino para personas de la misma región e incluso de otras partes del mundo. Por ejemplo, hace décadas, no solamente durante la Segunda Guerra Mundial, sino incluso durante la época franquista en España, países como México y Argentina abrieron las puertas para personas que eran perseguidas por sus raíces, ideologías y otros motivos.
A pesar de esta larga historia como lugares de origen, tránsito y destino, en los últimos años hemos visto dramáticos cambios, pues los desplazamientos humanos han alcanzado escalas sin precedentes, como resultado de crisis humanitarias de gran magnitud. Las crisis están entrelazadas de tantas maneras, que para explicarlo necesitaríamos bastante tiempo, pero me gustaría darte un ejemplo que ha sonado mucho en las noticias desde 2019 a raíz de cambios en las políticas migratorias y de asilo de Estados Unidos: la situación en la frontera con México.
Durante estos años, la opinión pública se ha enfocado, principalmente, en hablar sobre la crisis en la frontera México-Estados Unidos. Las historias han destacado temas importantes, como el incremento en el número de personas tratando de llegar a territorio estadounidense, el cierre de la frontera por políticas que siguen en curso como el Título 42, o las condiciones de inseguridad que las personas enfrentan. Conforme ha evolucionado la crisis, se ha hablado de grupos particulares, sobre todo cuando se detectan “incrementos” en el número de personas de nacionalidades específicas. Así pues, se han reportado incrementos en el número de personas de países centroamericanos como Guatemala, Honduras, o incluso de Haití y Venezuela. Es clave recordar, sin embargo, que esta crisis inició miles de kilómetros atrás, en los países de origen como los que mencioné, donde cientos de miles de personas viven con necesidades urgentes, desde falta de acceso a servicios como la atención médica y la educación, hasta inseguridad alimentaria o incremento en los niveles de violencia, desde las calles hasta los hogares.
¿Hay alguna historia de vida en particular que haya dejado una marca significativa?
Hay muchas historias que contar y la audiencia de PlayGround puede conocerlas visitando Rescue.org, o buscándonos en Instagram, TikTok, Facebook y Twitter.
Una que me gustaría es la de una persona que conocimos este año en el sur de México. Su nombre es Jean Michael, un hombre joven originario de Haití y cuya historia creo que es un claro testimonio de cómo las crisis en la región están conectadas entre sí.
Jean Michael salió de Haití en 2017 debido al deterioro en las condiciones de vida, y la inseguridad que el país enfrentaba como consecuencia del devastador sismo de 2010.
Él atravesó diez países, incluyendo la región del Darién, una zona selvática en la frontera entre Colombia y Panamá, que es extremadamente peligrosa y que desde el año pasado ha recibido atención debido al incremento en el tránsito de solicitantes de asilo, primero de personas de Haití y ahora de Venezuela.
Nuestro equipo del IRC conoció a Jean Michael en Tenosique, una ciudad en el sur de México, cerca de la frontera con Guatemala. Él se encontraba en proceso de solicitar asilo, pues nos dijo que consideraba que México ofrecía una oportunidad para reconstruir su vida. A pesar de que en México la violencia ha incrementado, especialmente en ciertos estados, para algunas personas puede ser un destino seguro, bajo condiciones específicas y en algunos lugares.
La historia de Jean Michael, desafortunadamente, es una de cientos de miles. Tal como él, muchas personas de distintos países de América Latina, enfrentan grandes riesgos y dificultades para cubrir las necesidades más básicas cada día. Por eso consideramos necesario que haya una respuesta regional coordinada, con apoyo de la comunidad internacional, para apoyar a las personas donde lo necesitan
Para las personas que están leyendo este artículo y les interesa apoyar, ¿De qué forma podrían participar sin necesariamente ser parte de la organización?
Dependiendo de dónde se encuentren, hay distintas maneras de sumarse a la misión del IRC y apoyar a personas cuyas vidas se han visto impactadas por el conflicto y los desastres. Un primer paso puede ser informarse sobre las situaciones más críticas que las personas en América Latina (y en todo el mundo) enfrentan y creando conciencia entre los círculos de familiares, amigos y conocidos. La solidaridad es un primer paso muy importante. Además, otra forma de apoyar a personas en necesidad de ayuda es donar a organizaciones como el IRC, a través de canales oficiales, pues cada donativo puede convertirse en un apoyo vital a una persona en crisis, como kits de alimentos o de higiene, servicios de salud, acceso a educación y más.
Esta entrevista ha sido posible en colaboración con el International Rescue Committee, desde PlayGround reconocemos y apreciamos su constante trabajo para apoyar a personas con necesidades humanitarias.
Visita el sitio de Rescue.org y contribuye con una donación a la causa de la organización.