Hace algunos años la separación de la basura de los residuos reciclables en el hogar parecía una utopía; pero con años de campañas de educación y legislación, hoy es común en casi todas las casas. También el transporte viene haciendo un cambio positivo en términos ecológicos. En los últimos años la venta de bicicletas y vehículos eléctricos viene en aumento. Las personas están empezando a entender que sus acciones tienen consecuencias y que, con pequeños cambios de hábitos pueden ayudar a combatir el cambio climático.
En todos los rubros aparecen opciones eco-friendly para los que buscan aportar su granito de arena. La compañía de higiene bucal Colgate lanzó al mercado en los últimos días un cepillo de dientes elaborado con mango de bambú 100% natural. El bambú es una de las plantas de más rápido crecimiento del planeta, lo que permite reforestar en poco tiempo áreas afectadas por la tala o la erosión del suelo. Se lo considera un recurso natural renovable por su capacidad de multiplicarse vegetativamente y sin necesidad de una semilla para reproducirse. Al cortarlo, el bambú vuelve a crecer una y otra vez de la misma cepa durante más de un siglo ¡prácticamente inmortal!
Se lo suele llamar el “acero vegetal” por sus propiedades físicas y mecánicas, que le proporcionan una enorme durabilidad, fuerza y resistencia. Por si esto fuera poco, se han encontrado propiedades antifúngicas y antibacterianas en distintas especies de bambú, haciéndolo resistente a hongos y plagas permitiendo evitar la utilización de fertilizantes y pesticidas en sus cultivos. El bambú tiene la capacidad de generar hasta un 35% más de oxígeno que otras especies leñosas, además de absorber mucho más dióxido de carbono, convirtiéndolo en un aliado a la hora de reducir y combatir las emisiones que provocan el efecto invernadero.
Un material de origen natural con propiedades únicas lo convierten en la mejor opción para la construcción de distintos objetos de uso cotidiano. El desarrollo de Colgate está alineado con las corrientes medioambientalistas que buscan instalar pequeños hábitos de la vida cotidiana a escala masiva para combatir el cambio climático. Una conversión a gran escala a productos como el Colgate Bamboo reduciría en buena medida la generación de residuos no biodegradables en el corto plazo.
Este tipo de desarrollos es una buena opción para los que están interesados en reducir su huella de carbono sin necesidad de cambiar radicalmente su forma de vida. Interesados e interesadas en hacer su aporte para vivir en un planeta más sustentable, quizás el nuevo Colgate Bamboo sea una buena opción que está, literalmente, al alcance de su mano.
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