La pandemia nos ha cambiado a todos. Más allá de no poder ver a nuestros familiares y amigos y de las consecuencias económicas que ha traído consigo, el coronavirus ha generado otros cambios que parece que han venido para quedarse.
Hace un año y medio muchos soñábamos con la palabra ‘teletrabajo’. Bua. Quedarse en casa y currar en pijama. Qué lujazo, ¿verdad? A día de hoy… ufff… pues no sé, eh. ‘Teletrabajo’. Es una palabra que a muchos les pesa decir. TE-LE-TRA-BA-JO. Qué pereza.
Aunque no abriremos este debate aquí. Porque si has llegado hasta este artículo no es por otra cosa que por haber visto juntas las palabras ‘fobia’, ‘metro’ y ‘autobús’ y haberte visto identificado de algún modo.
Ay, el metro. A cuántos festis te ha llevado. A cuántas quedadas con tu colegas. Y qué rápido hasta cuando llegabas una hora tarde. Y cuánta música habrás escuchado de camino al curro. Y qué guay el meme aquel en el que un tipo chupaba la barandilla del metro y te hacía gracia, ¿verdad? Y qué pu** locura pensar ahora en alguien rozando siquiera esa barandilla. GEL DESINFECTANTE. Qué pena que automáticamente tu cabeza te lleve a ese líquido transparente con olor a cubata rancio. Qué lástima eso de usarlo cada vez que tocas algo que un desconocido haya podido tocar. Y qué bucle sin fin el de estos espacios que a saber quién ha tocado. Pu** pandemia.
Es indudable que tenemos más miedo. Y lógicamente, a nadie le sorprende que se haya disparado el miedo a las aglomeraciones y, por ende, a coger el transporte público.
El equipo de Yamaha España ha puesto a nuestra disposición estudios sobre la movilidad de los españoles durante este último año y todo apunta a que el COVID ha cambiado también el futuro de nuestra movilidad.
Al igual que hemos normalizado el home office a la hora de nuestra vida laboral, también hemos visto normal que nuestra forma de desplazamiento se haya visto afectada.
1. Nos hemos movido menos. A base de confinamientos totales, perimetrales, comarcales o de “inserte aquí cualquier tipología que hace un año desconocíamos que existiera”, hemos salido menos de nuestra casa.
2. Y cuando lo hemos hecho, nos hemos movido más solos. Los primeros estudios de contagio de la COVID-19 ya reflejaron que el distanciamiento social era una de las principales medidas para mitigar la transmisión del virus. Y la solución para muchos ha sido la movilidad individual.
La pasada edición de la Semana Europea de la Movilidad, la app Nextdoor presentó una encuesta realizada a residentes de Madrid y Barcelona en la que, un 54,7% y un 53,8% respectivamente de los encuestados, afirmaban haber cambiado sus costumbres a la hora de trasladarse de un lugar a otro, utilizando medios de transporte individual, como el coche, la motocicleta, la bici o a pie en lugar del transporte público.
La OCU ya mostró en otra encuesta hasta qué punto la pandemia ha cambiado nuestras costumbres. Un 67% de los encuestados afirma que se siente inseguro en los transportes públicos y, 4 de cada 10 encuestados, se siente inseguro usando coches de alquiler, taxis o VTC.
El miedo al contagio ha paralizado nuestra movilidad, pero no se han dejado de buscar alternativas para combatirlo.
Para muchos el transporte privado es la opción más segura para huir de las posibilidades de contagio por COVID. No obstante, el coche no es la apuesta favorita. Son más caros. Más difíciles para encontrar aparcamiento. Generan más atascos. Y más contaminación.
¿El futuro de la movilidad es entonces de las bicis, los patinetes, las scooters y las motocicletas? Todo apunta a que sí.
No es de extrañar que en estos momentos marcas como Yamaha estén ofreciendo planes de financiación personalizados para facilitar la adquisición de sus motocicletas o scooters.
Al fin y al cabo, estas cubren todas las necesidades del desplazamiento individual y son más asequibles, seguras, rápidas y cómodas a la hora de desplazarse. Y además, te llevan donde no pueden los patinetes o las bicis. Todo ventajas, vamos.
De hecho, según datos de la asociación de fabricantes de vehículos de dos ruedas ANESDOR, un reemplazo del 10% de coches por motocicletas o scooters reduciría un 40% los atascos en grandes ciudades. Y por supuesto tampoco hay que olvidar los beneficios que aporta en la reducción de elevadas tasas de contaminación. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, las motos son más eficientes en términos de emisiones a la atmósfera, emitiendo 72 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro frente a los 104 gramos que emite el coche.
Si durante este último año también has buscado alternativas de transporte, pregúntate qué le depara al futuro de nuestra movilidad. ¿Imaginas ciudades con menos coches pero más scooters? ¿Menos coches y menos contaminación?
¿Te ha pasado? ¿Eres de los que antes iba en transporte público y ahora busca alternativas? Infórmate en la web de Yamaha y echa un vistazo a todas las opciones que te ofrece la marca.
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