Hablamos con el grupo que ha roto todos los esquemas del panorama underground andaluz y que recientemente ha puesto la música del ya mítico anuncio de Cruzcampo de Lola Flores.
En verano de 2018 se fueron a una casa de campo de Aznalcóllar con la idea de pasarlo bien, y de paso, ver qué salía haciendo música. Se conocían de la escena de club nocturna y todos habían jugueteado de alguna manera con folklore y electrónica. Se llevaron muchos vinilos, cassettes y cacharros e hicieron las 6 demos de “L’ambôccá” en 4 días, su primer álbum.
Como les gustó el resultado, decidieron darle continuidad. Hablamos con Califato ¾ sobre los orígenes, el acento y sobre hacer música y cómo la hacen ellos, que no es de otra forma que yendo a un sitio apartado donde desconectar y a ver qué sale de esos campamentos musicales.
Poca vergüenza y fiesta. Estamos de acuerdo en que nuestra música es algo inclasificable en lo musical porque son canciones muy distintas entre sí. No hay ninguna canción que represente al proyecto al 100%, pero todas tienen algo de folklore andaluz y electrónica que son las etiquetas madre de la que parten todas las demás.
Más allá del flow al hablar, el acento es tu forma de ser, tu salero. Nuestros temas tienen nuestro acento porque las canciones reflejan nuestra forma de ser inconscientemente. Siempre tendrán de manera más o menos explícita elementos personales; ya sea en la letra, en forma de sonidos que nos llegan, en una referencia o sample y esto lo hacemos de manera natural, no es algo que pensemos, nos sale así.
La capacidad de universalizarse, de que con algo local pueda llegar a ser comprendido por mucha gente. También la capacidad de eliminar prejuicios y complejos.
Siempre estamos escuchando cosas antiguas y nuevas, y en el folklore andaluz siempre encontramos nuestra inspiración. Ya sea por el ritmo, la letra o la actitud.
Por supuesto, somos muy diferentes y por eso las canciones se mueven con frescura en muchos estilos. Se nos ocurren diferentes formas de enriquecer las canciones constantemente. En Califato hacemos un mismo viaje, pero con mochilas diferentes.
La música que hacemos es la que nos sale impulsivamente, no sabemos hacerla de otro modo. Hacemos música para nosotros, lo bonito es que guste a tanta gente y tan variopinta.
Somos nuestro primer público y siempre buscamos sorprendernos a nosotros mismos. En la banda somos muchos djs, estamos todo el rato escarbando rarezas y temazos escondidos en absolutamente todos los registros. Es normal que nos alejemos de la música más estandarizada.
Nuestro concierto es una fiesta a la que están todos invitados. La gente es la protagonista de la fiesta. Nos gusta que se lo pasen bien y que disfruten, somos muy disfrutones. ¿Cómo hacemos? Sinceramente somos nosotros mismos. Somos personas muy campechanas y abiertas. Hay algo muy andaluz en todxs nosotrxs: el hecho de no creerse ni más que nadie ni menos que nadie. Tener los pies en la tierra es lo que te da poderío, ¡y el quererse! a unx mismx y a lxs que te rodean.
Puede ser, los tópicos están construidos también con parte de verdades y sí, nosotros nos juntamos hasta con las piedras. Somos los primeros sorprendidos por conectar con público tan variopinto: vienen abuelos, familias enteras, chavalitxs, rockeros, raperos… es una feria.
Creemos que la ausencia de prejuicios y clases de la fiesta popular es lo que caracteriza nuestra música. Nuestro directo es una fiesta en la que están todxs invitadxs.
Lo ideal sería irnos a un sitio inspirador de Andalucía, apartado de todo, como puede ser una casa con piscina en medio de la montaña o el campo donde estemos una semanita o más de relax. Otro punto importante son los teléfonos móviles en off. Casi siempre en chanclas y bañador para darnos algún chapuzón y comida variada, mediterránea y justa para no hacer mucha digestión.
Nosotros solemos trabajar muy instintivamente y los temas se van construyendo en una mezcla de fiesta y pseudodisciplina. El único plan y lo que nos une a todos es la música, así que vemos avanzando los temas poco a poco con tormenta de ideas y resacas de por medio. Así solemos trabajar con mejor o peor escenario de casa ideal, pero es así en esta mezcla de fiesta y relax como solemos hacer nuestras canciones.
Tirando de nuestro círculo, en artes plásticas Rorro Berjano o The Exvotos en mundo de internet y el humor Marina Nosequé, Tontimerweber, andalugeeks o Malacara; Claudia Ihrek como artista multidisciplinar, JLR como tatuador o Ricardo Barquín con sus diseños y gusto por la tipografía son algunos ejemplos que de muy diferentes formas plasman su origen en lo que hacen.
Todas nuestras colaboraciones (musicales, audiovisuales, artísticas) han surgido a través de amigxs y artistxs que nos transmiten algo y que nos hemos encontrado en el camino, sin planear nada, son colaboraciones que han aparecido de una manera muy natural: en la calle, en un concierto o tomando una cerveza; siempre en lo cotidiano. Así creemos que debe ser. Desde el principio, el arte y el imaginario de nuestro proyecto lo hemos trabajado con gente que nos da buen rollo, siempre desde una admiración mutua, dando total libertad para la interpretación de lo que hacemos: folklore futurista. Siempre decimos que el Califato es como una cebolla de muchas capas, la cebolla es inmensa a día de hoy gracias a toda la buena gente que nos rodea.
Que vayan a lo suyo y lo pasen bien haciendo música, que todo se transmite.
Una entrevista que ha sido posible gracias a Cruzcampo y a su constante esfuerzo para que nos sintamos orgullosos de nuestros orígenes y nuestro acento. 🙌
👉 Cruzcampo recomienda el consumo responsable.
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