En el mes del Orgullo, Absolut y PlayGround traen una serie de artículos que buscan reflexionar sobre las luchas y las resistencias que han dado las personas LGBTIQ+. En esta entrega hablamos sobre la representación de las personas trans en series y películas, qué debemos aprender del pasado y qué debemos mejorar.
¿Por qué necesitamos transformar la representación cinematográfica transgénero? Solo 1 de cada 4 personajes trans son interpretados por personas del colectivo.
Cuando hablamos de representación LGBTIQ+ sabemos que la segunda letra de estas siglas es la que se lleva la mayor cantidad de tiempo en pantalla. Patriarcado mediante o no fueron los primeros en ser representados en películas y series. Y hasta hace unos años, la mirada estereotipada de las personas gays caía siempre en el mismo lugar: hombres afeminados, “amigos de”, personas solo interesadas en seducir a hombres heterosexuales, etc. Grandes obras, guiones y personajes tuvieron que pasar para que en la tele y el cine se comiencen a cambiar las cosas. Hoy contamos con historias y personajes mucho más enriquecidos, pero no nos debemos olvidar de todas las otras letras que forman parte de este colectivo.
Si ponemos foco en la representación que tienen las personas trans podemos decir que desde hace algún tiempo estamos viviendo gran transformación. Comenzamos a ver un gran cambio en series y películas por el año 2014, pero hoy más que nunca, la representación de las personas transgénero en los medios de comunicación está creciendo. Esto lo debemos celebrar sin duda, pero es importante tener en cuenta que el estándar de esta representación también se ve en peligro cuando no se es realizada de forma adecuada. Si buscamos en el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) podemos ver que en series españolas (las más consumidas por el público de habla hispana) en el 2019 de 1301 personajes de ficción (56 de películas y 43 de temporadas de series), solo el 6,15% son LGBTIQ+, entre los cuales no existe ningún personaje asexual, intersexual de género no binario, otro. Pero otro dato realmente impactante es que de ese porcentaje solo cuatro personajes son del colectivo y únicamente uno está interpretado por una persona trans real.
Estábamos acostumbrados a ver películas o series con mujeres trans con participaciones en una o dos escenas, como parte de una broma o de un remate basado en clichés. Era increíblemente común que cada aspecto de la vida de las mujeres trans fuera tratado como parte de una comedia, desde reírse de la violencia que viven a diario las mujeres trans, hasta las bromas impropias sobre los genitales. Esto no solo es una falta de respeto al derecho de las mujeres trans a ser tomadas seriamente como personas, sino que también objetiva y deshumaniza a las mujeres trans reduciendo su existencia a una broma.
En contraste con ese tipo de historias, en los últimos años hemos visto un sinnúmero de series y películas sobre transición de personas trans. No hay nada intrínsecamente malo en escribir una historia sobre la transición, pero hay mucho más de la vida de las personas trans que su transición. Mostrando personajes trans que no tienen profundidad más allá de su transición, o mostrando historias que se centran en esa transición, se corre el eje de lo que sucede con cualquier personaje cis; los desafíos personales que atraviesan en su vida más allá del simple hecho de ser trans.
Esto que sucede en las series y películas cuando “trans” es solo un adjetivo que describe un aspecto de las personas transgénero. Reduciendo a las personas trans meramente a eso, la humanidad de sus personajes nunca se termina de revelar. Sus metas, esperanzas, sueños, las luchas reales que enfrentan y cómo lidian con la situación general de la trama se pierden, es por eso que es fundamental que sus historias giren en torno a la trama y no al hecho de que son trans. La representación no es solo mostrar cómo es una transición.
Aunque hemos visto algunos avances en los personajes trans retratados, ¿qué sucede con las personas del colectivo trans que son actores o actrices? Estamos hablando de un grupo de personas que tiene una expectativa de vida de 45 años y que, cuando se enfrentan con el desafío de encontrar trabajo, la discriminación y la ignorancia provocan que esta búsqueda se transforme en toda una hazaña. Los actores transgénero están exigiendo el derecho a interpretar personajes como ellos mismos en lugar de ver a los actores cis «interpretar a trans», pero Hollywood, hasta el momento, sigue oponiendo cierta resistencia. Las historias trans son dignas de ser contadas, pero no por personas no transgénero ni a través de ellas.
Cuando los productores de televisión y cine comienzan a elegir actrices y actores trans para retratar experiencias trans lo que provoca es que ellos, a su vez, ayudan a derribar los estereotipos negativos ligados erróneamente a las personas trans. En un estudio de GLAAD, en Estados Unidos el 80% de los encuestados asegura no conocer a una persona trans en la vida real, por lo que su acercamiento a la comunidad se hace, exclusivamente, mediante las películas y series de televisión. Por este motivo, es tan importante que haya una buena representación en medios audiovisuales. Mejorando esta representación en los medios, la opinión pública de las personas trans puede cambiar positivamente y su calidad de vida puede mejorar de igual manera; podrán verse reflejados en la pantalla y contar con modelos positivos a los que admirar.
En Wikipedia podemos encontrar una lista de personajes transgénero presentes en el cine y la televisión. Haciendo un breve repaso se hace evidente que las películas carecen de personajes de hombres / niños trans, mientras que las mujeres transgénero han sido retratadas en innumerables películas desde principios de Hollywood. Falta representación de personas transgénero bisexuales o gays o lesbianas y de hombres tras. Es importante que en el espacio de visibilización que hablamos anteriormente podamos educar acerca de que una persona tiene la capacidad de crear atracciones físicas, románticas y / o emocionales
duraderas hacia personas del mismo género o hacia personas de otro género. Las personas pueden experimentar esta atracción de diferentes formas y grados a lo largo de su vida, y las personas bisexuales no necesitan haber tenido experiencias sexuales específicas para ser bisexuales; de hecho, no es necesario que hayan tenido ninguna experiencia sexual para identificarse como bisexuales. Lo próximo sería que sean parte de castings para cualquier tipo de personajes, para hacer papeles de personas cis, de madres, de lo que sea, que no solo sean personajes trans.
Es posible que estemos en el punto de inflexión de la representación transgénero, pero ya es hora de que el sistema defectuoso de representación que ha primado hasta el momento se termine de derrumbar.
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