El proceso de tatuarse no termina cuando sales del estudio, es esencial prestar atención al cuidado de la piel para garantizar una cicatrización adecuada y mantener la apariencia, las líneas, la nitidez y el color del tatuaje a largo plazo.
En primer lugar, es crucial seguir las instrucciones proporcionadas por tu tatuador. Estas generalmente incluyen mantener el vendaje durante las primeras horas y luego limpiar suavemente con agua tibia y jabón neutro. Comúnmente sugieren evitar sumergir el tatuaje en agua durante las primeras dos semanas, lo que incluye nadar en piscinas o bañeras.
Ahora, durante el cuidado diario, después de limpiar, es muy importante aplicar una crema hidratante especial para tu tatuaje. Por ejemplo, la crema Acid Mantle Tattoo de Bayer es ideal porque ayuda a una hidratación adecuada, mantiene la apariencia y preserva la belleza del tatuaje a largo plazo, y ayuda a regenerar el proceso de curación de la piel tatuada.
Otra recomendación es evitar exponer tu tatuaje a la luz solar de manera directa. Si por alguna razón debes estar bajo al sol, protege tu tatuaje con ropa o protector solar. Por último, mantén el tatuaje limpio y seco en todo momento, evitando actividades que puedan poner en riesgo la cicatrización, como levantar pesas o realizar ejercicios intensos que puedan causar sudoración excesiva en el área del tatuaje.
Recuerda que cada persona y cada tatuaje es único, por lo que es fundamental seguir las recomendaciones específicas de tu tatuador y prestar atención a las señales de tu cuerpo durante el proceso de cicatrización. Con un cuidado adecuado de la piel, tu nuevo tatuaje se verá genial y saludable durante muchos años.