Podemos estar muy agradecidos de haber nacido en la época en la que nos ha tocado vivir. Vale, sí, aún hay muchísimas cosas que podrían mejorar (demasiadas, de hecho) y estamos viviendo una pandemia mundial nivel Dios, pero aún así podemos estar todos de acuerdo que en cuanto a libertades no estamos tan mal.
Me refiero en cuanto a la libertad de abrir conversaciones sobre cosas que antes eran un tabú, como por ejemplo la regla, la identidad de género, las orientaciones sexuales, etcétera.
Pero aunque hayamos nacido en una época como esta, aún siguen habiendo muchísimos tabúes en cuanto a nuestras relaciones. Tabúes y vergüenzas sobre lo que hacemos o dejamos de hacer en la cama. “Ay, esto no es una cosa de la que hablar en público”, “Uy, esto que raro es”, “Vaya… ¿Eres de esas?”, son frases que molaría dejar de escuchar.
Por eso, aquí te traemos 5 tabúes que deberíamos superar al meternos en la cama.
Empezamos con una facilita pero que parece que a algunos todavía les cuesta. ¡La vida no se acaba ni empieza en la penetración! He oído a mucha gente decir “Bueno, acabamos en la cama pero no hicimos nada” “¿Sólo dormisteis?” “Qué va, pero no llegamos hasta el final”. A ver, perdone la osadía pero eso SÍ que me parece haber hecho algo.
Debemos empezar a meternos en la cabeza que la sexualidad abarca muchísimo más que eso de “llegar hasta el final”. Los besos, abrazos, las caricias, todo forma parte de la experiencia. De hecho, si no fueramos con una idea prefijada de “o la meto o esto no vale la pena” disfrutaríamos de otras formas de tener sexo que hoy por hoy no estamos experimentando.
No, no y no. El tamaño no es para nada decisivo en el disfrute de hombres y mujeres. Como ya hemos dicho antes, el sexo es mucho más que la penetración. El placer pasa por toda la piel, y puede que a alguien le ponga muchísimo que le toquen el pelo o incluso un codo. Además, el orgasmo femenino es 100% clitoriano, o sea que ese mito de “cuanto más al fondo llegues, mejor” no es cierto. Lo importante es autoconocerse y tener la confianza suficiente como para decirle a nuestra pareja en la cama lo que nos gusta.
Mucha gente se siente cohibida por el tamaño de su miembro, y algunas veces eso les impide tener relaciones satisfactorias. Quitemonos un poco los prejuicios y seguro que nos irá mejor.
No hay cosa que mate más el libido entre parejas que esto. Ya sea porque la fórmula ha funcionado unas cuantas veces o por pura vergüenza, muchas veces no probamos cosas nuevas en la cama. Y no hay nada que mate más la vida sexual en una pareja.
Para no perder la chispilla es necesario innovar, porque aunque sepamos que esta o aquella posición nos funciona, esto es como el chocolate: un poco gusta pero mucho de lo mismo cansa. ¿Pero, y si probamos ese nuevo pastel con chocolate blanco y macadamia? Pues el sexo viene a ser un poco lo mismo.
Innova con tu pareja, haz realidad alguna fantasía sexual sin prejuicios, sal de tu zona de confort, o si estás soltero prueba con cosas nuevas, conoce a gente distinta. ¡Libérate!
Hay páginas que nos ayudan con este tema, como por ejemplo JOYclub, una red social que ayuda desarrollar la sexualidad de manera positiva y consciente. No te preocupes por la orientación sexual, tu aspecto físico, inquietudes en la cama… Lo único que importa es que te cuides y cuides a los que participan en el juego contigo.
Todos sabemos que la menstruación afecta de forma distinta a cada mujer. En algunos casos la revolución hormonal produce un malestar generalizado y el sexo es en lo último que se piensa. Pero en otros casos, la regla produce una mayor sensibilidad en los pechos y los genitales, hace que se lubrique mejor, entre otras cosas. En ese caso el sexo puede ser una experiencia mucho más que placentera.
Por eso, nos tenemos que dejar un poquito de tabúes. Hacerlo con la regla, no es sucio. Colócate una toalla debajo, hazlo en la ducha, hay mil posibilidades. Además, ¿el sexo cuando ha sido limpio? *guiño, guiño*
Oye, pero igualmente no olvides ponerte condón. Con la menstruación sigue habiendo riesgo de embarazo y, por supuesto, riesgo de transmisión de ETS.
Puede que hace un tiempo el sexo oral fuera un tabú enorme en la sociedad. Por suerte ahora hemos mejorado en este aspecto, pero todavía existe un poco de recelo alrededor de esta práctica. A mucha gente le preocupa enfrentarse a olores o restos inesperados o dejar que su pareja se adentre en sus zonas más íntimas sin estar seguras al 100% de que éstas estén totalmente limpias. Obviamente la higiene es importantísima, pero tampoco puede llegarse a convertir en una obsesión. Además, el sexo oral es la forma con la que la mayoría de las personas alcanzan los orgasmos más intensos.
Ahora que ya conocemos algunos de los tabúes más comunes que deberíamos ir dejando atrás, es hora de que, si te apetece, te pongas a explorar otras facetas de tu sexualidad. Aunque ahora sea un poco difícil en estos tiempos de pandemia que corren, intenta buscar juegos, nuevas experiencias, nuevas formas de ver el sexo. ¡Y no todo tiene que ser físico!
Podemos estar agradecidos de haber nacido en la era digital y de que haya muchas oportunidades para inspirarse y encontrar experiencias placenteras. La comunidad JOYclub por ejemplo, le ofrece a sus miembros una opción de livestream, donde puedes explorar e interactuar con otra gente en tiempo real. El streaming correcto en casa puede ser muy estimulante…
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