El peor naufragio de toda la historia ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial y pasó completamente desapercibido
Sin duda, el accidente naval más conocido del mundo es el del Titanic, hundido en 1912 luego de chocar contra un iceberg. Aunque si de tragedias se trata, el KS Wilhelm Gustloff se lleva el primer lugar por ser el protagonista del peor naufragio de la historia.
El primer barco de la Segunda Guerra Mundial
En 1938 Alemania estaba armando un ejército con la intención de conquistar a sus vecinos cercanos y empezar su expansión por Europa. Sin embargo, el resto del mundo estaba en paz relativa y pocos veían lo que se avecinaba.
En aquel entonces, los viajes en crucero ya eran populares y habían muchos barcos que se dedicaban a transportar turistas por las costas europeas. Uno de ellos era el Wilhelm Gustloff, un navío alemán de gran categoría.
Curiosamente, el Wilhelm Gustloff fue un encargo personal de Adolf Hitler, diseñado para servir como buque de guerra. En 1940, el Gustloff estuvo entre los tantos barcos que dejó de prestar servicio comercial y se unió a la Marina Alemana.
Desde ese momento el KS Wilhelm Gustloff sirvió como hospital, transporte de tropas e incluso como escolta de submarinos. El Gustloff estuvo activo hasta 1945 cuando se convirtió en el protagonista del peor naufragio de la historia.
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¿Cómo ocurrió el peor naufragio de la historia?
Al igual que el Titanic el buque KS Wilhelm Gustloff estaba entre los más modernos de su categoría. Este era un barco enorme, media unos 208 metros de largo y había sobrevivido cinco años de guerra naval.
Lamentablemente, el 30 de enero de 1945 el Wilhelm Gustloff se convirtió en una de las víctimas del conflicto. El barco alemán fue alcanzado por un torpedo soviético que destruyó su coraza y provocó el naufragio de la nave.
El almirante ruso, Aleksandr Marinesko, comandaba el submarino S-13 que lanzó el torpero al Gustloff. Marinesko estaba convencido de que había atacado a un importante barco enemigo, pero el KS Wilhelm Gustloff iba repleto de refugiados, heridos y tropas en retirada que escapaban del avance de las fuerzas aliadas.
Al hundirse, el Wilhelm Gustloff se llevó consigo a casi todos sus pasajeros. En total perdieron la vida 9343 personas en el naufragio de este barco, el cual no fue reportado por la prensa alemana para no desmoralizar a la población.
Afortunadamente, algunos tripulantes del Gustloff lograron resistir el ataque y a las gélidas aguas del Mar Báltico. Los sobrevivientes fueron rescatados por los buques Löwe, Gotland y Göttingen, también de la Marina Alemana.
Unos pocos meses después, Alemania perdió definitivamente la Segunda Guerra Mundial, las tropas soviéticas habían capturado Berlín y el gobierno alemán se desmoronó.
Pese a su altísimo número de víctimas, la mayoría civiles, enfermeras y soldados heridos, el hundimiento del KS Wilhelm Gustloff nunca fue investigado como un crimen de guerra. Por su parte, el almirante Marinesko fue declarado como héroe de la Unión Soviética en 1990.
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