Constantemente escuchamos a personas identificarse como homosexuales, bisexuales, y otras identidades dentro del espectro LGBTQ+, pero la verdad es que nos falta mucho por aprender
“Persona que siente atracción hacia…” así comienza la descripción de la mayoría de las orientaciones sexuales. Pero, ¿qué pasa si en vez de sentir atracción, simplemente no la sientes? Pues así se siente una persona graysexual.
Las personas que se definen como graysexuales (o grisexuales) experimentan una atracción sexual reducida en la que raramente se sienten atraídos sexualmente por alguien más. Como su nombre lo indica, se encuentran en la zona gris de la sexualidad.
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¿Cuáles son las principales características?
Muchas de las personas que se definen de sexo gris han argumentado que no le dan prioridad a la atracción sexual a la hora de buscar o de elegir una pareja. De esta manera, el sexo queda en un tercer o cuarto plano. Al no sentir atracción sexual de manera frecuente, queda el sexo desplazado de la ecuación.
Greysexual no es sinónimo de apático
Aunque no encuentren en el sexo un motivo de peso para estar en pareja, las personas grisexuales encuentran una afinidad y encanto en otro tipo de cosas. Un abrazo, un comentario afectuoso, son algunos de los elementos que ayudan a las personas de este espectro a mantener la llama encendida.
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Aunque algunos pueden confundirlo con la asexualidad, esta orientación es en realidad una de sus ramificaciones. La grisexualidad les permite a quienes lo experimentan sentir afinidad con cualquier tipo de persona solo que el componente sexual no siempre está presente. Contrario a la asexualidad, que se refiere a aquellos que no experimentan ninguna o rara vez atracción de índole sexual.
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