Siempre escuchamos que nunca nos embarquemos en una, que es imposible, pero el mundo en el que estamos hace cada vez más posible que tú pareja ideal esté en otra parte del mundo
Un estudio del Journal of Sex and Marital Therapy realizado en 2015 advierte que no deberíamos condenar de primer plano las relaciones a larga distancia. De hecho, parecen ser de mayor calidad de la que muchos asumimos.
Eso es si ciertas condiciones aplican, claro. No es fácil siempre esperar a la próxima vez que se vean o tener que sortear los horarios para buscar espacios de conversación. Normalmente no se elige.
El tabú principal frente a las relaciones a distancia es que la calidad de la relación disminuye. Es decir, el hecho de estar a distancia le resta posibilidades a la supervivencia del romance.
Para investigar esta premisa, científicos de Queen’s University examinaron más de de 1. 100 relaciones de personas en sus 20s, de diversas orientaciones sexuales. Sorpresivamente, descubrieron que habían pocas diferencias entre las relaciones a larga distancia y las que se establecían en el mismo lugar.
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Llegaron a esta conclusión creando categorías que a su juicio determinan una relación estable. Intimidad, satisfacción respecto a la relación, comunicación, compromiso y satisfacción sexual.
Pareciera que el juicio general es asumir que no funcionan las relaciones a distancia, eventualmente. La evidencia sugiere lo contrario, en su mayoría funcionan. La tecnología también ha facilitado este formato.
De hecho, dos ingenieros químicos brasileros, mantuvieron una relación a distancia por años. Registraron su experiencia para aconsejar a aquellos que decidan o tengan que pasar por esta experiencia.
Si la mayoría de las relaciones a distancia funcionan, ¿por qué otras no?
Un estudio, hecho en 2018, encontró en 500 parejas estadounidenses tuvieron una taza de éxito de relaciones a distancia del 60%.
Se sugiere que algunas características de la relación a distancia, como tal, hacen que obtenga un resultado positivo.
Por ejemplo, las relaciones más fuertes tienden a tener personas menos estresadas, con actitud positiva respecto a la relación en este formato y con certeza de que están en un «piso fuerte».
Aunque esto sea un tanto contradictorio, otra característica encontrada en parejas exitosas es una distancia física muy marcada.
Los investigadores lo llaman disonancia cognitiva (algo así como idealizar el hecho de estar a distancia). Por ejemplo, si la pareja se ve los fines de semana, no debe lidiar con los problemas del día a día, si se ven en vacaciones, mucho menos. Entonces comienzan a creer que esta es la manera ideal de llevar una relación, con cierta distancia.
¿Estarán en lo correcto?