Unos científicos pudieron evidenciar que la superficie cercana al núcleo interno puede estar sufriendo una deformación
Un equipo de científicos descubrió que el núcleo interno de la Tierra está cambiando y ya no sería sólido como se pensó durante muchos años.
El núcleo es la parte más interna de nuestro planeta y tiene una función fundamental para crear el campo magnético, la tectónica de placas y la generación de calor interno.
De esta forma, el núcleo terrestre es crucial para que la vida sea posible en la Tierra.
Por ejemplo, su existencia permite que exista una rotación estable, un equilibrio gravitacional y un escudo magnético que protege al planeta de la radiación cósmica.
Hay que entender que la Tierra tiene dos núcleos (externo e interno) que en conjunto desempeñan un papel crucial para la dinámica del planeta.
El núcleo interno se encuentra a unos 5.000 kilómetros por debajo de la superficie terrestre y se cree que gira de forma independiente del externo con una esfera sólida que alcanza temperaturas de hasta 6.000 grados Celsius.
Por su parte, el núcleo externo está formado por una capa líquida de hierro y níquel fundido que rodea al interno.
Este material conductor es el que genera el campo magnético de la Tierra a través de su movimiento.
El núcleo interno de la Tierra sería menos sólido
Los científicos de la Universidad del Sur de California lograron evidenciar que el núcleo interno está experimentando unos cambios que han hecho que tenga una nueva forma y sea menos sólido.
John Vidale, investigador de Ciencias de la Tierra, indicó que los cambios en el núcleo interno ha generado un amplio debate durante mucho tiempo.
Durante muchos años se pensó que esta estructura era una esfera sólida del tamaño de Plutón y que estaba formada por hierro y níquel en estado sólido.
Sin embargo, los nuevos hallazgos, revelados en la revista Nature Geoscience, apuntan a que la estructura del núcleo está transformándose.
«El hallazgo arroja luz sobre el papel que desempeña la actividad topográfica en los cambios rotacionales en el núcleo interno y también puede estar relacionado con su desaceleración continua», dijo Vidale.
Los investigadores utilizaron datos de ondas sísmicas de 121 terremotos que se registraron entre 1991 y 2024 en las Islas Sandwich del Sur en la Antártida.
A partir de estos datos analizaron las formas de onda de las estaciones receptoras en Fairbanks, Alaska, y Yellowknife (Canadá), pero allí notaron un conjunto de datos que los desconcertó.
El estudio les permitió evidenciar que la superficie cercana al núcleo interno podría haber tenido una deformación en los últimos 20 años.
Todo estaría relacionado con la interacción que tendría el núcleo interno con el externo de la Tierra.
«Se sabe que el núcleo externo fundido es turbulento, pero no se había observado que su turbulencia perturbara a su vecino, el núcleo interno, en una escala de tiempo humana», dijo Vidale.
De acuerdo con el científico, estos hallazgos permitirían concluir que el núcleo interno del planeta no es sólido como se creía, sino que está sometido a constantes cambios.
Los investigadores plantearon que esto podrían influir en la velocidad de rotación de la Tierra, por lo que llegaría a impactar en un pequeño nivel la duración de los días.
Además, se cree que sería una de las causas por las que el campo magnético ha sufrido algunos cambios durante las últimas décadas.