Cuando ella estaba en estado terminal, los religiosos recurrieron a la oración y al canto, en una vigilia alrededor de su cama.
14 miembros de una secta religiosa en Australia fueron declarados culpables de la muerte de Elizabeth Struhs, una niña de ocho que falleció al no recibir la insulina necesaria debido a que decían que Dios la curaría.
Cuando ella estaba en estado terminal, los religiosos recurrieron a la oración y al canto, en una vigilia alrededor de su cama.
Incluso, en el momento en que ya murió y dejó de respirar, intentaron que a través de la “intervención divina” pudiera volver a la vida.
Elizabeth murió en su casa en 2022, luego de sufrir cetoacidosis diabética, que provoca un nivel de azúcar en sangre mortalmente alto.
Los padres de la menor también hacían parte del culto y durante el juicio, que se llevó a cabo este miércoles 29 de enero, fueron declarados culpables.
El juez Martin Burns dijo que la muerte de Elizabeth era «inevitable» después de que no se le administró la insulina ni buscaron ayuda médica.
“Debido a una creencia singular en el poder curativo de Dios que, a juicio de sus padres y de los demás miembros de la Iglesia, no dejaba lugar a ningún tipo de tratamiento o atención médica, se vio privada de lo único que definitivamente la habría mantenido con vida: la insulina”, escribió Burns.
El líder espiritual del grupo, Brendan Stevens, y el padre de la niña, Jason Struhs, fueron acusados originalmente del homicidio por indiferencia imprudente.
Sin embargo, ambos fueron declarados culpables del cargo menor de homicidio porque el juez no estaba convencido, más allá de toda duda razonable, de que «sabían que Elizabeth probablemente moriría».
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El juicio por la muerte de Elizabeth Struhs comenzó en julio del 2024
El juicio, que fue ante un solo juez en la Corte Suprema de Queensland, comenzó en julio del 2024 y duró varios meses.
Durante este, los fiscales llamaron a 60 testigos y describieron a Elizabeth como una niña «inteligente» que sufrió mucho en sus últimos días.
«Se la describió como alguien que hablaba poco, que necesitaba ayuda para ir al baño y que era incontinente», dijo la fiscal Caroline Marco, y agregó que la niña había tenido vómitos, letargo extremo y pérdida de conciencia.
La hermana mayor de la víctima, Jayde Struhs, abandonó la comunidad hace 9 años y declaró en una entrevista con el Canal 7 en 2022 que The Saints (Los santos) no mantienen relación con ninguna iglesia y creen que «Dios lo cura» todo.
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