Este trastorno de ansiedad es producido por un miedo intenso a estar en espacios públicos o cerrados en donde la persona no puede contar con una ayuda
La agorafobia es un miedo que las personas sienten al estar en lugares abiertos o a enfrentar situaciones de las que no puede escapar.
Este trastorno de ansiedad es producido por un miedo intenso a estar en espacios públicos y cerrados en donde la persona no cuenta con una ayuda.
Generalmente, las personas que sufren de agorafobia le tienen miedo a las multitudes, a los puentes, a utilizar medios de transporte públicos o simplemente a salir a lugares sin una compañía.
«La agorafobia suele hacer que la persona tenga dificultades para sentirse segura en cualquier lugar público, especialmente donde se reúnen multitudes y en lugares que no le son familiares», explica el portal MayoClinic.
Estas personas suelen viven con la sensación de que algo malo va a pasar y por eso los niveles de ansiedad se elevan llevándolos a aislarse.
El miedo no solo se produciría en espacios abiertos, sino también a zonas cerradas como ascensores y oficinas.
Aún se desconocen las causas, pero algunos expertos creen que la genética podría estar implicada en el desarrollo de este trastorno.
Además, los ambientes en los que crecen los niños y sus experiencias negativas también podrían influir en la aparición de la agorafobia. Así como la personalidad y los factores de estrés a los que se expone el paciente.
¿Cuáles son los síntomas de la agorafobia?
Los expertos han explicado que los síntomas de la agorafobia se manifiestan de varias formas. Fundamentalmente, se da por el miedo a quedarse solo o a estar en un lugar abierto y público.
Las personas con este trastorno también suelen tener una necesidad de estar acompañados y desarrollan miedos a la separación o al distanciamiento.
Otro de los síntomas son la presencia de sentimientos de desesperanza, sensación de que se está en un ambiente irreal, temperamentos o agitaciones inusuales.
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Uno de los síntomas más comunes es que estas personas suelen permanecer en sus casas por largos periodos para no exponerse a esta sensación de miedo.
De esta forma, la agorafobia limita en gran medida la vida de las personas, afectando sus actividades rutinarias y llevándolas a aislarse del mundo exterior.
Los pacientes con agorafobia pueden llegar a presentar ataques de pánico al enfrentarse a todos estos escenarios que les genera temor.
En este caso, estas personas pueden llegar a sufrir fuertes palpitaciones, sudoración, temblores, náuseas, hormigueos y hasta una sensación de desmayo.
¿Qué tratamiento existe para la agorafobia?
El portal especializado Mayo Clinic asegura que el tratamiento para la agorafobia es un poco complejo porque la persona tiene que enfrentarse a sus miedos.
El psicólogo o psiquiatra analiza la condición de cada paciente a través de una entrevista. A partir de eso determinará la necesidad de iniciar una terapia cognitivo-conductual y medicamentos.
Este diagnóstico de la agorafobia se realiza cuando el temor y ansiedad alcanzan niveles desproporcionados frente al peligro real que supone para esta persona estar expuesta a estos lugares que le generan miedo.
El propósito de este enfoque de terapia y medicamentos es ayudar a que la persona pueda escapar de este miedo y pueda disfrutar de los espacios abiertos.
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Además, los pacientes suelen perder su capacidad para socializar, trabajar y asistir a eventos sociales; por lo que la idea del tratamiento es ir recuperando la confianza para enfrentar esos temores.
Lo cierto es que las personas con agorafobia pueden mejorar con estas terapias y medicinas. Sin embargo, si no se cuenta con una ayuda oportuna, el trastorno puede ser más difícil de tratar.
La recomendación siempre será acudir al médico para contarle la situación y síntomas para encontrar la mejor opción para solucionar esta condición.
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