Nick Rattigan, mejor conocido como Current Joys, regresa con un álbum que, según sus propias palabras, “es tanto un refugio como una declaración emocional”. East My Love, publicado a través de Secretly Canadian, es el duodécimo trabajo de estudio del artista y un cambio radical en su sonido, con tintes de folk y country que lo colocan a la par de otro artistas del género como Willie Nelson o Bright Eyes. Pero este trasciende más allá de la música; es el resultado de un viaje profundo y aislado al corazón de las emociones humanas.
El álbum se gestó hace cuatro años en un bosque remoto de Tennessee, donde Rattigan pasó semanas componiendo sin acceso a su teléfono, a internet o a cualquier distracción moderna. “Fue un momento muy intenso de mi vida. No me gustaría revivirlo, pero estoy agradecido de que sucediera”, nos cuenta. East My Love fue su manera de lidiar con problemas de salud mental, una especie de catarsis a través de la música que inicialmente describió como demasiado cruda para ser compartida. “Estas canciones eran minas terrestres que amenazaban con poner patas arriba mi estabilidad mental. Pero con el tiempo, se volvieron reconfortantes”, explica.
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Para muchos, la música de Current Joys siempre ha tenido un carácter visceral, pero East My Love lleva esa vulnerabilidad a un nivel completamente nuevo. En palabras del propio Rattigan, “es como leer entradas de un diario que escribí hace años. Ya no soy la misma persona que escribió esas palabras, pero todavía resuenan en mí, aunque de una manera diferente. Hoy, soy un oyente de este álbum, más que su creador”.
El proceso de grabación, que tuvo lugar dos años después de escribir las canciones, también fue transformador. Trabajando con el productor Andrew Sarlo (conocido por sus trabajos con Big Thief), Rattigan se permitió explorar nuevos territorios sonoros, desde la grabación de guitarras y voces superpuestas hasta experimentos donde imitaban el canto de niños en un estudio. “Quería que este álbum sonara prístino, exuberante y específico. Fue un proceso lento, pero valía la pena dedicarle tiempo”, reflexiona.
Entre los temas destacados está “Tormenta”, el primer sencillo del álbum y también su tema principal. Este corte captura la lucha de Rattigan por encontrar calma mental, envuelta a través de guitarras suaves y una producción que deja al desnudo las emociones más crudas. El video que acompaña esta canción combina imágenes de su gira de 2022, Voyager, con paisajes que evocan soledad y contemplación.
Cuando le preguntamos si volvería a encerrarse en un bosque para componer, Rattigan responde con honestidad: “No, probablemente no lo haría de nuevo. Prefiero la comodidad de mi hogar. Pero esta experiencia me ayudó a lidiar con un momento de locura y transformarlo en algo tangible. Eso es lo que tengo para mostrar de aquel tiempo tan caótico”.
El nuevo formato de los shows también refleja este cambio. Sus planes para las fechas que vienen incluyen a un violinista, adaptando, de esta forma, sus presentaciones a la intimidad y melancolía de este disco. “Es como estar desnudo en el escenario. Ya no puedes esconderte detrás de la energía; tú eres la energía”, dice. Con fechas programadas en Nueva York y Los Ángeles, estas actuaciones prometen ser un espacio para reconectar tanto con los fans como con las propias canciones.
East My Love es, en esencia, una exploración de cómo la música puede ser un refugio y una forma de transformar el caos en algo hermoso. Para quienes lo escuchen, puede convertirse en un compañero en tiempos oscuros, una forma de encontrar consuelo en la ansiedad o la depresión. Pero para Rattigan, es también el cierre de un capítulo, una carta de amor al pasado que le permite mirar hacia adelante con más claridad.
El tracklist incluye temas como “California Rain”, “They Shoot Horses” y “Lullaby For The Lost”, cada uno con una narrativa que refleja las emociones universales del amor, el desamor y la renovación. Es un trabajo que invita a sumergirse en su honestidad y a encontrar, quizá, un eco de nuestras propias historias en sus melodías.
Con East My Love, Current Joys nos recuerda que la vulnerabilidad puede ser una de las herramientas más poderosas del arte. Y mientras nosotros nos encontramos con este nuevo capítulo, Rattigan ya está pensando en lo que vendrá, demostrando que su única constante es seguir creando.