Los expertos aseguran que ese tipo de políticas migratorias agresivas podrían ser muy dañinas para la economía de un país como EE.UU.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. ha encendido las alarmas en los migrantes luego de que el presidente electo se comprometiera a expulsar a los que estuvieran indocumentados.
Aunque el proceso no será tan fácil por los costos y temas logísticos, los expertos aseguran que ese tipo de políticas migratorias agresivas podrían ser muy dañinas para la economía.
Se estima que en EE.UU. hay unos 11 millones de inmigrantes ilegales y cerca de 8.3 millones trabajan en actividades como la construcción y la agricultura, por lo que representan el 5% de la fuerza laboral del país.
El Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC) dijo que la mano de obra de los indocumentados es crucial para algunos sectores y si el gobierno empieza a expulsarlos se verían afectados.
«Las industrias de la construcción o la agricultura perderían por lo menos uno de cada ocho trabajadores, mientras que en la hotelería, uno de cada 14 sería deportado debido a su estatus irregular», dijo el AIC.
Sin embargo, hay unos sectores que se verían más afectados que otros. Por ejemplo, más del 30% de los trabajos de mampostería, techos y pinturas son ejercidos por migrantes.
Una cuarta parte del sector de la limpieza doméstica es ejercido por extranjeros ilegales, según los análisis.
Un impacto en la economía
Este escenario podría impactar el crecimiento económico del país en un 0.4% en 2025, según el Instituto estadounidense de la empresa (AEI), Brookings Institution y el Niskanen Center.
Sin embargo, el efecto para el país podría ser mayor en un escenario más extremo de deportación masiva.
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Todo sucedería porque el país tendría menos trabajadores extranjeros en la producción de bienes y servicios.
Además, habría una disminución leve de la producción ante un menor consumo por parte de los migrantes.
Otro tema crucial es que la escasez de trabajadores baratos podría elevar un poco la inflación ante la necesidad de contratar una mano de obra más costosa.
Los estudios proyectan que se haría la deportación de 3.2 millones de personas en el mandato de Trump en un escenario optimista.
Por ejemplo, se proyecta que la migración podría caer de 3.3 millones en 2024 a unos 740.000 en 2025, especialmente por salidas voluntarias.
En un escenario más extremo, el impacto económico sería mucho peor. Un estudio del Instituto Peterson para la Economía Internacional simuló el impacto de expulsar a los 8,3 millones de inmigrantes irregulares en Estados Unidos.
Esto podría hacer que EE.UU. tenga un crecimiento económico inferior en un 7.4% para el año 2028.
Los análisis aseguran que es poco probable que suceda, pero de ser así, el país tendría un crecimiento nulo en el segundo mandato de Trump.
Pero eso no sería todo porque la inflación podría ser 3.5% más alta que la que se proyecta para el 2026. El efecto se daría ante la necesidad de contratar trabajadores estadounidenses que tienen salarios más altos.
«Esperamos que una política más estricta reduzca la inmigración neta a 750.000 (personas) por año, moderadamente por debajo del promedio de 1 (millón) anual previo a la pandemia», dijeron unos economistas de Goldman Sachs.
Los expertos son escépticos de que Trump pueda hacer todas las deportaciones de migrantes que prometió. Todo porque enfrentará dificultades legales, financieras y logísticas que lo llevarían a suavizar sus propuestas más extremas.