El déficit de vivienda y los elevados precios de alquiler han provocado una compleja crisis que no le está permitiendo a los españoles encontrar un lugar para vivir
Encontrar vivienda se convirtió en toda una odisea en España y todo por cuenta de la baja oferta y los altos precios de alquiler.
La crisis viene afectando especialmente a las nuevas generaciones que no ven una pronta solución y se estima que unas 22.000 personas salieron a marchar en Madrid ante esta situación.
Incluso, muchos inquilinos han amenazado a los propietarios de las viviendas con realizar una huelga de alquileres.
Y no es para menos, la oferta de apartamentos es insuficiente y los alquileres están disparados.
«Encontrar un alquiler en España se ha convertido ahora en una carrera de obstáculos (…), sobre todo para los jóvenes… Casi no hay ofertas, y cuando las hay, los precios están por las nubes», dijo Juan Lozano, un madrileño de 24 años.
El gobierno de Pedro Sánchez se ha visto presionado por esta situación y anunció un programa dirigido a los jóvenes para intentar solucionar esta dificultad.
De esta forma, el denominado Bono Alquiler Joven repartirá 200 millones de euros destinados a los alquileres de las personas entre 18 y 35 años.
La iniciativa solo cobijará a quienes tengan un tope de ingresos y que estén pagando un piso que no supere los 600 euros o una habitación por 300 euros mensuales.
Lo grave es que el Consejo de la Juventud estima que estos recursos solo han llegado al 0.6 % de los más de 9 millones de jóvenes que tiene el país.
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De tener una burbuja a enfrentar una escasez
España está enfrentando un verdadero contraste en menos de dos décadas. Pasó de tener una burbuja inmobiliaria en 2008 a tener un déficit de viviendas.
De esta forma, encontrar un sitio para vivir se ha convertido en una misión imposible para los españoles en los últimos años.
«El tema de la vivienda es un problema que tiene mucho tiempo en España….pero desde la crisis del Covid, se ha vuelto insostenible», dijo Lozano.
El Banco de España reveló que se necesitarían unas 600.000 viviendas a finales de 2025 para aliviar la crisis. Sin embargo, cada año se vienen construyendo menos de 100.000 viviendas.
Por su parte, el portal inmobiliario Idealista reveló que el precio del metro cuadrado de alquiler aumentó un 82% durante los últimos diez años en el país.
Si se contrasta esta cifra con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se puede evidenciar que el valor de los alquileres aumentó a un ritmo cinco veces superior al del salario promedio, que creció un 17 % .
El panorama para los hogares modestos es aún más complicado, ya que se cree que de toda la oferta solo hay un 2.5 % de vivienda social.
Los elevados precios «ahogan» a la población
En medio de esta situación, los españoles también se enfrentan a otro problema y es que no están encontrando precios asequibles para alquilar.
El Sindicato de Inquilinos denunció que millones de personas están soportando esta crisis mientras una minoría de propietarios se enriquece con los elevados precios.
«El acceso a la vivienda se ha convertido en una quimera para amplias capas de la sociedad. Es necesario que el Estado pueda garantizar el derecho constitucional a una vivienda digna y adecuada», dijo las Comisiones Obreras (CCOO).
El gobierno de Pedro Sánchez ha intentado enfrentar esta situación, pero hasta ahora no ha tenido éxito.
En mayo de 2023 se aprobó una ley de vivienda que contemplaba aumentar la construcción de infraestructura social, la limitación de los alquileres y la imposición de recargos para las viviendas que permanecieran desocupadas.
Sin embargo, esta apuesta no ha tenido el efecto esperado. Por ejemplo, los alquileres aumentaron un 10.2% interanual y esta cifra se elevó hasta un 15% en ciudades como Valencia y Madrid.
«Yo no quiero una España donde haya propietarios ricos e inquilinos pobres. Por eso, mi gobierno ha fijado como prioridad absoluta la vivienda», dijo el presidente del Gobierno Español.
Además, las autoridades también pusieron fin a la expedición de «visas doradas» que ofrecían beneficios a los extranjeros que invirtieran más de medio millón de euros en proyectos inmobiliarios. Este beneficio se cree que impulsaba la especulación inmobiliaria en medio de la crisis y por eso tenían que contenerla.
Otra medida que se tomó fue luchar contra el alquiler de apartamentos turísticos debido a que reduce la disponibilidad de vivienda en el mercado.
De esta forma, España enfrenta una compleja crisis de vivienda y sus ciudadanos no saben qué hacer para encontrar un hogar asequible para vivir. El problema es tan complejo que miles de personas han optado por vivir en casas rodantes.
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